Oda a los monasterios y conventos de Sevilla con un libro para la historia

En la obra, en la que se hace un recorrido por los monasterios y conventos sevillanos de la mano de 47 coautores entre obra artística, obra literaria, textos histórico artísticos y de espiritualidad, se «brinda la oportunidad de acercarnos a esos conventos que metafóricamente se pueden identificar como los jardines escondidos, tal y como nos indica su título», ha señalado el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Santiago León Domecq.

Igualmente, ha aprovechado para dar las gracias a todos los que han participado de una manera u otro en la creación de un libro tan importante para Sevilla: «Todos ellos han colaborado en estas páginas con el fin de respaldar a las comunidades de vida contemplativa, realzando su importancia y acercándonos a la incalculable riqueza patrimonial que se esconde tras sus muros. Mi enhorabuena a todos los que han colaborado en esta iniciativa, que ha dado pie a esta interesante y documentada publicación, agradeciéndoles a todos ellos su generosa colaboración«.

En el libro hay un análisis extenso del Real Monasterio de San Clemente, el Monasterio de Santa Paula, el Convento de San José del Carmen, el Convento de Madre de Dios de la Piedad, el Real Monasterio de Santa Inés, el Real Monasterio de San Leandro, el Monasterio de Santa María del Socorro, el Monasterio de Santa María de Jesús, el Monasterio de Santa Rosalía y el Convento de Santa Clara de Carmona.

Santiago León Domecq también ha querido resaltar «la labor que la Orden de San Clemente y San Fernando ha llevado a cabo con esta iniciativa, cuyos orígenes se remontan a 2013 con la edición de la primera carpeta, correspondiente al Real Monasterio de San Clemente. Es necesario el reconocimiento a instituciones como esta Orden, por su fundamental e importante apoyo a los conventos y monasterios de vida contemplativa, a fin de atender sus necesidades y brindarles ayuda; sin duda, una más que loable actividad. Desde aquí, mi enhorabuena, Antonio María González Pacheco».

El teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería ha subrayado que «para la Real Maestranza patrocinar la edición de obras, como la que hoy presentamos, es siempre un motivo de orgullo; porque además de aunar arte, literatura e historia en una valiosa edición, este proyecto editorial será de utilidad para atender en parte, las necesidades que tienen nuestros queridos cenobios, dándoles además el realce que realmente merecen».

El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha felicitado a los presentes por la publicación: «Es un pequeño milagro publicar hoy en día un libro con la tecnología existente. La ciudad de Sevilla, rica en historia y cultura, es un oasis de espiritualidad gracias a sus conventos».

Saiz Meneses ha insistido en este análisis: «Albergan un legado también de patrimonio artístico muy importante. Muchos de ellos tienen obras de arte. Este legado cultural no sólo es un testimonio de la fe. En un mundo como el que nos toca vivir, una sociedad desvinculada, líquida y materialista, los conventos de vida contemplativa continúan teniendo espacios de paz y reflexión. El silencio se convierte en un medio para escuchar la voz de Dios«.

Por su parte, y tras agradecer también el «cariño» mostrado, el presidente de la Orden de San Clemente y San Fernando, Antonio María González, ha destacado que «me llena de felicidad el corazón estar con vosotros, al igual que la presencia del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses».

Antonio María ha comenzado con una descripción de la obra: «Las realidades existen porque antes lo soñaron primero. Este libro es el esfuerzo de muchas personas, que, con todo el cariño, se han dedicado durante once años a hacer una grandísima labor. Aquí hay mucha paciencia e inteligencia. La obra tiene 235 páginas, y la cubierta está muy bien reproducida. El diseño grafico ha sido llevado por Curro Rodríguez, todo ello llevado a cabo por el director del proyecto, José Molina. El libro tiene unas hojas exquisitas, hojas cultas que nos conducen a espacios reales. Quiero manifestar notoriamente mi gratitud de la Orden, y la mía personal, a la propia Real Maestranza de Caballería de Sevilla. También hago una mención especial al ilustrísimo Javier Benjumea».

Además, ha destacado la calidad de los documentos: «Este libro recoge el trabajo de once años. Maestros de la pintura, de las bellas artes, de la arquitectura… que han dejado lo mejor de sí mismo con académicamente valentía. A todos les unía una misma idea. Nos llevó a todos a buscar el rostro de Dios en los monasterios. Todo este esfuerzo ha sido reconocido. Las aportaciones irán destinadas al convento de Marchena».

El arquitecto José María Cabeza ha aprovechado para hacer una disertación sobre la obra y las peculiaridades de lo monasterios y conventos. «Los trabajos aquí recogidos aportan una documentación importante para la comprensión. Lo que no se conoce, no existe. Esta publicación ayuda a que sean respetados, atendidos y tratados convenientemente». Por último, el escritor Juan Lamillar ha hablado del importante número de «patrimonio artístico de las iglesias sevillanas» y la calidad del trabajo realizado en el libro: «Se ha dado libertad a pintores y escritores para que abordaran el tema desde sus particulares visiones y medios expresivos».