«Las madres sufrían al ver cómo las separaban de sus bebés nada más nacer y era necesario cambiar las cosas»

Para ello se coordinaron todos los profesionales de las distintas áreas que participaban en los partos y los cuidados posteriores. «Sabemos que esas dos o tres primeras horas de vida son muy importantes para la relación entre el bebé y su madre, el contacto piel con piel, el olor, la lactancia, y pensamos que era una cuestión de sentarse, hablar y ver cómo cambiar la organización. Y así lo hicimos», cuenta la doctora, que agradece la colaboración de todos los profesionales del hospital sevillano para hacerlo posible.

El matrón Jorge Romero, uno de los artífices de este nuevo protocolo, recuerda la larga trayectora de humanización de los partos del hospital sevillano: «Fuimos también pioneros en el programa de contacto piel con piel, porque al principio, aunque muchos no lo recuerden, a los bebés se les ponía en una cuna térmica. Ya existían estudios sobre los efectos beneficiosos de ese contacto en esos primeros momentos entre el bebé y la madre, mejoraba la actividad cardiorrespiratoria, etcétera«.

El término humanización, del que siempre ha hecho gala este hospital, ha estado muy presente en este área gracias al celo de sus profesionales y, muy especialmente, al trabajo de las enfermeras y matronas que atienden a las parturientas. «La seguridad y el bienestar de los bebés y sus madres es fundamental y estaba en nuestras manos cambiar las cosas y romper con las rutinas establecidas cuando estamos convencidos de que eso es beneficioso«, dice la doctora Ostos.

Son muchos los beneficios de no separar a las madres de sus bebés y no sólo de tipo emocional, como explica esta experimentada ginecóloga: «Está documentado que el dolor de las madres tras la cesárea se reduce si tienen con ellas a su bebé y que se reduce también el sangrado por la acción de una hormona que se activa con la lactancia. También hemos observado que aplicando este protocolo se reduce de forma significativa el fracaso de la lactancia materna«. Las madres que dan el pecho a sus hijos han aumentado en Valme del 70 al 85 por ciento desde que se implantó esta nueva forma de atenderlas tras una cesárea.

El matrón Jorge Romero dice que «merece la pena todo este esfuerzo de cambiar las cosas porque todo este proceso de humanización mejora los procesos médicos y la salud de las personas implicadas. Si hay complicaciones en la postcirugía, se detectan con más rapidez». En Valme hay seis equipos de cuatro matronas cada uno, en total, 24. En todo el Área Sanitaria Sur superan las 40 matronas y en el área de Ginecología y Obstetricia son más de 300 los profesionales, incluyendo a todos los colectivos sanitarios.

Los EIR (Enfermeros Internos Residentes) están saliendo ya del Hospital de Valme de Sevilla con la formación necesaria para asumir los cuidados de las madres que han sufrido una cesárea y permanecen en Paritorio sin ser desviadas a una sala de Reanimación lejos de sus bebés. Y las enfermeras de esta especialidad están eligiendo en primer lugar Valme para su formación dentro de la provincia de Sevilla. «No sólo eso -añade Jorge Romero- sino que las plazas de EIR de nuestra especialidad son de las primeras que se acaban en toda España cuando se abre el proceso«.