Las trescientas cesáreas «humanizadas» del Valme de Sevilla: «Las tres primeras horas de vida son muy importantes»
Las matronas del hospital sevillano han sido fundamentales para aplicar este exitoso protocolo que permite no separar a la madre de su bebé recién nacido y por el que se están interesando centros sanitarios de toda España
«Las madres sufrían al ver cómo las separaban de sus bebés nada más nacer y era necesario cambiar las cosas»
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Iniciar sesiónLa experiencia piloto iniciada hace dos años por el Hospital Universitario de Valme de Sevilla de «humanizar» los partos con cesárea evitando separar a la madre de su recién nacido ha tenido tanto éxito que centros sanitarios de toda España se han interesado por este ... protocolo, entre ellos, el Virgen Macarena de Sevilla, que espera poder abrir antes de final de año su nuevo centro de la Mujer en la Isla de la Cartuja. «Profesionales de este hospital se han puesto en contacto con nosotros porque también quieren empezar a aplicar este protocolo, pero no ha sido el único. También nos han contactado desde Córdoba y desde otros centros», explica uno de los artífices de esta iniciativa pionera, el matrón Jorge Romero, que explica que «esas tres o cuatro primeras horas en el mundo son muy importantes para la relación entre el bebé y su madre».
Lo confirma la jefa de Ginecología y Obstetricia, Rosa Ostos, otra de las personas cruciales en la aplicación de este protocolo y que destaca que ya han sido trescientos los partos con cesárea «humanizados» que han realizado a lo largo de estos dos últimos años. «No separar a la madre de su bebé en esas primeras horas es algo que nos piden las mujeres cada vez más. Diría ya incluso que lo exigen».
Dice esta experimentada ginecóloga que «somos el único hospital de Andalucía que hace los cuidados postcesárea en paritorio» (aunque lo será por poco tiempo por el éxito de esta iniciativa), y destaca la «labor crucial de Enfermería» en la aplicación este protocolo que garantiza que el bebé y su madre permanezcan juntos tras el momento del parto.
El impacto de este programa asistencial en el avance de la humanización de los cuidados postcesárea ha sido reconocido por matronas de toda España. Así, la Unidad de Paritorio de Valme fue premiada en el XX Congreso Nacional de Matronas celebrado en Cáceres tras la presentación de esta iniciativa por parte de Jorge Romero mediante la comunicación `Cambio de rutinas hospitalarias por buenas prácticas en la atención a las cesáreas en la pandemia Covid-19´.
Rosa Ostos destaca que «toda esa recuperación de la madre tras la intervención que da lugar al parto es atendida por los matrones, no por la enfermería de Reanimación y del Despertar, como en el resto de hospitales«, asegura la doctora Ostos, que alaba la formación adquirida por las matronas de su hospial para asumir estas funciones. »Somos enfermeros y enfermeras especialistas en el ámbito de la mujer y a ella nos dedicamos en cuerpo y alma con todos nuestros conocimientos y experiencia«, subraya este matrón.
Para poner en marcha este protocolo postcesáreas resultó fundamental la coordinación con los anestesistas del hospital y con la Enfermería de Reanimación y Despertar. «Los profesionales de Enfermería han demostrado un gran espíritu de equipo transmitiendo sus conocimientos a las matronas sobre cuidados postoperatorios y su control sobre el dolor, de manera que ellas pudieran ejercer además esas labores de las enfermeras de reanimación sobre las madres, algo fundamental para que este protocolo pudiera aplicarse con éxito«, explica la doctora Ostos.
El matrón Jorge Romero destaca la coordinación multidisciplinar «de forma que si hubiera alguna complicación tras la cesárea la madre está justo donde debe estar para que sea tratada de forma adecuada e inmediata«.
No todas pueden hacerlo
No todas las mujeres embarazadas pueden acogerse a este protocolo para no separarse de su bebé tras el parto. «Tenemos muy en cuenta las patologías que puedan tener las parturientas como una preeclampsia, problemas con la placenta, o que se trate de un bebé prematuro, para decidir sobre la conveniencia o no de este tipo de partos», explica la doctora Ostos, que estima que sólo un 25 por ciento de las cesáreas que tienen lugar en Valme no pueden desarrollarse de esta manera. El 75 por ciento sí cumplen los requisitos para que el postoperatorio se mantenga en el Paritorio y no en una sala de Reanimación y Despertar como ocurre en el resto de hospitales andaluces y la mayoría de los españoles.
El éxito de este protocolo no sólo lo revela el interés que han mostrado otros hospitales por aplicarlo sino también el mayor número de gestantes forzadas a dar a luz a través de una cesárea que han solicitado hacerlo en el Hospital de Valme. «Nos están llegando muchas solicitudes más de mujeres de toda la provincia de Sevilla que quieren que nazcan sus hijos aquí de la manera que aquí lo hacemos«, confirma la doctora Ostos.
El protocolo se instauró en octubre de 2021 durante la pandemia con un plus de dificultad añadido que no impidió el éxito de la implantación de un circuito diferente al establecido normalmente en el nacimiento con cesárea, a través de la coordinación de los servicios de Obstetricia y Anestesiología. Inicialmente, comenzó a funcionar de modo experimental y desde enero de 2022 se incorporó en la cartera de servicios de la Unidad de Paritorio como práctica clínica habitual.
Al tratarse de pacientes de bajo riesgo y sin complicaciones prevenibles, el protocolo contempla la realización de una monitorización básica y no invasiva a través de telemedicina, con unos cuidados postoperatorios similares a los que se realiza en las unidades de Reanimación. Una monitorización que se mantiene durante toda la estancia de la madre en la sala del Postparto en la Unidad de Paritorio hasta el alta para su regreso a la habitación de la planta de hospitalización, que aproximadamente dura dos horas, y siempre bajo la supervisión de un anestesiólogo.
Para estos cuidados maternofetales postcesárea y alojamiento conjunto en la Unidad de Paritorio, acompañados del familiar elegido por la gestante, este centro ha dotado a las salas de postparto de una infraestructura que garantiza su monitorización permanente. Se trata de monitores de control de constantes vitales, equipamiento para manta térmica y foco de infrarrojos en caso de que se precise, y timbre de llamada al control de las matronas operativo. Además, desde el control de estas profesionales hay establecido un circuito de comunicación para la visión permanente de la gestante en todo momento.
El equipo de matronas, cuya coordinadora es María Ángeles López, destaca que «se contribuye a minimizar los efectos de la cirugía y a que el puerperio inmediato sea lo más parecido a un parto vaginal, dado que el momento del nacimiento es un momento único, siempre que la situación clínica de la madre y el recién nada lo permita».
La indicación de la estancia de la paciente en paritorio para el postoperatorio inmediato de la cesárea, y de su inclusión en este programa asistencial, es criterio del anestesiólogo responsable de la paciente. Este especialista es el encargado de valorar de forma individualizada a cada paciente, sus antecedentes personales, la indicación de la cesárea y el desarrollo intraoperatorio desde el punto de vista quirúrgico y anestésico, determinando así su estancia allí o su traslado a Unidad de Recuperación Postanestésica.
Piel con piel
Esta iniciativa hace liderar a Valme un indicador de Buenas Prácticas Clínicas en la fase perinatal: el contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido tras el nacimiento, ya sea por parto vaginal o por cesárea. Este indicador están considerado como un factor de excelencia asistencial ya que ofrece múltiples beneficios para madre y recién nacido: reduce el nivel de estrés en la madre, facilita el desarrollo del vínculo afectivo, favorece el éxito de la lactancia materna y la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina.
Los resultados reflejan cómo la humanización de la cesárea es una práctica donde el Contacto Piel con Piel (período inmediatamente posterior al parto donde la madre y el recién nacido permanecen desnudos y en contacto permanente) y la primera toma en el período sensitivo del neonato favorece la duración y las tasas de lactancia materna con respecto a la cesárea tradicional. El 96% iniciaron la primera toma de lactancia materna en la primera hora de vida y el restó no lactó por decisión materna. Por su parte, el 98,3% realizaron el programa contacto piel con piel con un tiempo medio de inicio a los 30 minutos.
El estudio refleja también resultados satisfactorios en los indicadores de dolor y ansiedad: las madres presentan menos dolor y tanto madres como neonatos minimizaron su ansiedad en el postparto.
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