Jorge de Los Morancos indignado por los retrasos en Renfe: «El responsable lo está bordando»

Cada vez son más frecuentes los retrasos, interrupciones y fallos técnicos que afectan al servicio, y con ellos crece también la frustración de los pasajeros. Entre quienes han hecho públicas sus quejas recientemente está el humorista Jorge Cadaval, de Los Morancos, que ha vivido varios episodios complicados en sus trayectos con Renfe en las últimas semanas.

El último ocurrió este pasado domingo, cuando volvió a quedarse tirado en la estación durante más de una hora. Un incidente que compartió en redes sociales, donde mostrado su descontento: «No sé quién es el responsable de esto, pero lo está bordando».

El retraso de este domingo no ha sido un caso aislado. En las últimas semanas, Jorge ha vivido varias situaciones similares. Una de las más llamativas ocurrió durante el apagón causado por el robo de cable que obligó a paralizar el servicio el pasado 5 de mayo. Aquel día, Jorge y su hermano César se vieron atrapados en un tren más de 12 horas. Trataron de hacer más llevadera la espera sacando una guitarra y cantando por bulerías, a pesar de que apenas les ofrecieron agua y de que el estado de los baños era deplorable.

No mucho después, volvió a quejarse por otra espera: esta vez, el tren no podía salir porque estaban terminando de limpiarlo. Y es que para muchos quizá pueda parecer un simple incidente, pero para quien viaja constantemente en tren, como él, es otra señal de que algo no está funcionando correctamente.

Mientras esperaba en la estación sin saber muy bien cuándo saldría su tren, Jorge tiraba de ironía para quitarle hierro a la situación: «Qué gusto es estar en la estación del AVE», dejando entrever el hartazgo de quien ya ha pasado por esto demasiadas veces en las últimas semanas, al igual que cientos de españoles.

Y no es para menos. En estas últimas semanas le ha tocado sufrir varios retrasos: uno por limpieza, otro por el robo de cableado que produjo el apagón y ahora este último. Y es que cuando lo excepcional se vuelve habitual, la paciencia se agota. Sobre todo cuando las esperas vienen sin explicaciones claras y sin saber cuánto tiempo más toca quedarse parado.

Un deterioro del servicio que también se ha notado en las compensaciones. Renfe solía ofrecer un buen sistema de indemnizaciones por retrasos, pero lo cierto es que las condiciones han cambiado. Ahora las compensaciones son más bajas y exigen más requisitos, justo cuando los incidentes están siendo más frecuentes.

Sin embargo, viajar en AVE solía ser una garantía hasta hace no mucho. Ahora, parece más bien una lotería. Y aunque Jorge se lo toma con cierta resignación, deja claro que esto no puede seguir siendo lo normal. Porque el problema no es solo perder tiempo, sino sentir que nadie responde.