La historia se repite: el alcalde de Sevilla ya tuvo que mandar policías al Casino de la Exposición para impedir okupaciones

La reacción municipal fue fulminante y a las 13,30 horas de ese día mandó patrulleros durante 24 horas y tiempo indefinido a la zona. La portavoz del gobierno municipal, Minerva Salas, señalaba que la Policía Local se haría cargo de la seguridad del Casino mientras se licita de urgencia la misma, algo muy parecido a lo que ha ocurrido con el Auditorio de la Cartuja.

El Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), organismo al que está adscrito el Casino de la Exposición, estaba trabajando en la licitación del servicio de seguridad en una doble vía: por un lado, con un contrato para dotar del servicio de seguridad necesario a este edificio de manera estable; y, por otro, dado que el anterior contrato tiene una tramitación compleja, se licitó de urgencia un servicio temporal de seguridad para garantizar la vigilancia de este edificio.

Salas manifestó entonces que «una de las principales sorpresas que hemos encontrado al llegar al gobierno ha sido el abandono al que tenían sometido a las instalaciones culturales municipales como el Casino de la Exposición». Y añadió que «el anterior equipo de gobierno recepcionó este edificio en el mes de abril, tras las obras llevadas a cabo, y no se preocupó por dotar de seguridad al mismo».

La edil dijo que resultaba llamativo «el estado de abandono y dejadez en la gestión del anterior equipo de gobierno, que tras invertir más de 700.000 euros de todos los sevillanos en las obras llevadas a cabo sobre este edificio no se preocupó de dotar de seguridad al mismo, lo que ha provocado actos vandálicos que se están investigando».

Minerva Salas anunció que se estaban revisando «todos los protocolos existentes sobre los edificios municipales para que no vuelva a ocurrir lo sucedido con el Casino de la Exposición». Con el Auditorio apenas dio tiempo porque tres días después de iniciarse la licitación del contrato de seguridad, se produjo el primer incendio.