Las empresas sevillanas se quedan fuera del proyecto de los puentes de la SE-40 y el Centenario
Ninguna de ellas ha participado hasta el momento en los trabajos de ambas infraestructuras, que son gestionadas desde el Gobierno de España, lo que ha despertado las críticas del sector andaluz
Ineco adjudica el diseño del tramo central del puente de la SE-40 de Sevilla por 3 millones de euros

Sevilla afronta en estos momentos dos proyectos de obra de envergadura que afectan a otras tantas infraestructuras cruciales para la mejora de la movilidad de la capital y de sus localidades limítrofes. Se trata, en concreto, de los trabajos de ampliación del puente del Centenario ... y, por otro lado, los que permitirán la construcción del puente que completará la conexión de la SE-40 entre Dos Hermanas y Coria del Río para cruzar el Guadalquivir. En ambos, el Gobierno de España afronta una inversión millonaria, que se cuenta por centenares, y que, sin embargo, no se está dejando notar por ahora en la economía de la provincia. Basta con repasar el estado actual de las dos actuaciones para comprobar que en ninguna de ellas hay empresas sevillanas que estén participando en las mismas, a pesar de que en algunas de ellas existía un compromiso tácito de que así sería.
En el caso del puente del Centenario, el Ministerio de Transportes adjudicó las obras en el mes de mayo del año 2021 a una UTE que estaba encabezada por Acciona y que también contaba con la participación otras empresas como Freyssinet y Tecade, esta última con sede en Sevilla. Esta decisión hizo que se diera por hecho que habría participación empresarial de la ciudad en el proyecto. Entre otras cosas porque, curiosamente, los talleres de Tecade se encuentran situados justo debajo de la infraestructura. Sin embargo, Acciona, que es quien pilota el proyecto, optó por que las piezas necesarias se hayan estado haciendo en sus propias dependencias, a pesar de que hay empresas locales que han ido ofertando a los distintos tramos de esta actuación, aunque con escasa fortuna. Se da la circunstancia que, por otro lado, estos trabajos tenían que haber estado finalizados en noviembre de 2023 y, casi dos años después, ni han acabado ni hay un fecha estimada para que la ampliación de a seis carriles se dé por concluida.
Tampoco se ha contado con este proyecto con la metalúrgica sevillana Megusa, que también atesora una amplia experiencia tanto nacional como internacional en la construcción de puentes y que, paradójicamente, tiene también sus talleres en los bajos del Centenario. Su responsable de calidad, Cristina Silvestre, aseguró en una entrevista concedida a ABC de Sevilla su extrañeza porque no se hubiera contando con ellos para esta intervención que, entre otros aspectos, hubiera ahorrado costes en un proyecto que ha tenido que revisar su presupuesto inicial de unos 86 millones de euros para aumentarlo por encima de los 120 millones ante la subida del precio de los materiales necesarios. «En el País Vasco y Cataluña no dejarían fuera a sus empresas», advirtió en su momento. Pero en el caso de Sevilla sí ha ocurrido por las decisiones adoptadas por el Gobierno de España, impulsor de unos trabajos que avanzan con un ritmo mucho más lento del esperado y en el que apenas se aprecian avances a simple vista.
De Sevilla al mundo
En los últimos años, estas empresas con ADN sevillano sin han participado en otras grandes infraestructuras de especial relevancia, lo que ha puesto en valor la capacidad de sus trabajadores para afrontar proyectos de gran envergadura y con características muy similares a las que tiene el puente del Centenario. En su currículum aparecen participaciones exitosas en las actuaciones llevadas a cabo o que se están ejecutando en la actualidad como son los casos del Corredor del Mediterráneo, autovías por medio mundo y, más recientemente, con la ejecución de algunas de las piezas que sirvieron para construir el puente de Montreal, que también pilotaba la empresa Acciona. Una situación que contrasta, por ejemplo, con lo que ocurrió hace más de tres décadas con el desarrollo de los suelos de la Cartuja para la Exposición Universal de 1992, en el que las empresas sevillanas y andaluzas fueron las grandes responsables de la ejecución de todas las infraestructuras necesarias, entre ellas algunos de los puentes.
Sin rastro en la SE-40
Sin fecha para la conclusión de las obras de ampliación del Centenario a seis carriles (con el compromiso inicial de dejarlo preparado para que en un futuro pudiera tener ocho), la otra gran infraestructura sobre el río que debe afrontar la provincia en los próximos años es la de la construcción del puente de la SE-40 para salvar el Guadalquivir entre Dos Hermanas y Coria, que vendría a sustituir a los túneles que se planificaron en un principio. El Gobierno de España adjudicó a dedo la redacción del proyecto a Ineco, una empresa pública de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, con la intención de agilizar al máximo los plazos. Para ello, el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió saltarse el trámite del concurso público, a pesar de que era consciente de que no tenía capacidad suficiente para afrontar una infraestructura de esta envergadura y que tendría que subcontratar gran parte de los trabajos necesarios.
El sector de la ingeniería a nivel nacional mostró su disconformidad con esta decisión que afectaba a la gran dotación que se ejecutará en España en los próximos años. Su magnitud es tal que el presupuesto base es de 688 millones de euros, 180 millones más que el coste que tuvo el puente de la Constitución de Cádiz. Y, finalmente, tal y como se preveía, Ineco ha tenido que optar por subcontratar casi dos tercios de los trabajos necesarios para la redacción del proyecto del puente. Hace solo días adjudicaba el diseño de la estructura central, con un presupuesto de 3,1 millones de euros, a la UTE formada por Tylin Spain SL y MC2 Estudio de Ingeniería, una empresa vasca y otra catalana entre las que no hay ni rastro de sevillanos. Según se informó en su momento, hasta 19 empresas se prestaron a esta licitación que incluye un segundo lote para supervisar los proyectos de construcción que se adjudicará este mes de abril.
Pero las críticas no sólo afectan a estas dos infraestructuras gestionadas por el Gobierno de España. El pasado mes de marzo, los representantes de Ceacop, la plataforma que aglutina a las empresas andaluzas del sector de la construcción, denunciaba que la «falta de sensibilidad» en obras como la del Metro de Sevilla, criticando la escasa participación de las mismas en los trabajos de construcción de la línea 3. Señalaban, además, que de los 800 millones de euros de obra pública que adjudicó la Junta de Andalucía en el pasado año 2024, dos tercios fueron a parar a compañías nacionales o internacionales y sólo un 47,3% a las empresas andaluzas.
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