Después de que en la madrugada del pasado domingo se produjeron un tiroteo con armas de guerras entre clanes de la droga la situación de inseguridad en estas dos zonas se recrudeció. Sanz, el pasado martes, aseguró que Lipasam seguiría prestando su servicio en todo el Polígono Sur salvo en dos «zonas concretas» salvo que fuese acompañado por agentes de la Policía Nacional, pues incluso la Policía Local, cuyos miembros eran quienes realizaban estas tareas de acompañamiento habitualmente, comenzaron a mostrar sus propias reticencias.
Este pasado miércoles, aprovechando la macrooperación de la Policía Nacional entre ambas barriadas que se saldó con más de una decena de detenidos, un pequeño dispositivo de Lipasam trabajó en la zona, pero ha sido este jueves cuando ha activado un plan especial para recoger toda la basura acumulada desde el pasado domingo en las calles de la barriada de Murillo y de Martínez Montañés, la zona más degradada dentro de uno de los barrios más pobres de España.
Por el momento se desconoce las cifras de esta especie de zafarrancho de limpieza que los servicios municipales han tenido que ejecutar en estas calles durante la mañana de este jueves con acompañamiento policial.
Esta actuación, a pesar de la curiosa imagen de unos barrenderos acompañados por agentes de la Policía para ejercer su trabajo, evidencia que poco a poco estas dos barriadas vuelven a recuperar la normalidad de su día a día, aunque para evitar que se reproduzcan nuevos episodios como los tiroteos de la noche del sábado o del lunes por «revancha», como dijo el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, la presencia de la Policía Nacional allí es permanente.
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