La conservación y vigilancia de la Plaza de España de Sevilla cuesta más de un millón de euros al año

El alcalde tiene claro que la Plaza de España debe ser «un monumento emblemático» para la ciudad y que está llamada a convertirse en «el motor económico» del resto de espacios patrimoniales que la rodean. Para ello, el primer edil popular insiste en que es necesario encontrar nuevas fórmulas de financiación que la sostenga, de ahí su insistencia en plantear el cierre de la zona y el cobro de una entrada a los turistas que lo visiten. Los cálculos del Ayuntamiento hablan de una media de unos 3 millones de visitantes al año, lo que en caso de prosperar el convenio que ha planteado al Gobierno central –con un 75% de los ingresos y gastos en la cuenta de Sevilla y un 25% en la del Estado–, repercutiría en unos beneficios que harían posible afrontar el coste del mantenimiento que necesita.

Según los cálculos municipales, esta cifra sería superior a los 1,2 millones de euros al año. Una cantidad que incorporaría 200.000 euros para la conservación ordinaria del espacio público, incluyendo pavimentos, bancos, esculturas y demás elementos cerámicos. Otra partida similar para las actuaciones anuales de restauración recomendadas, 220.000 euros para la fuente y el alumbrado ornamental, 120.000 euros para la limpieza viaria (excluyendo eventos especiales) y otros 120.000 euros más para los costes energéticos. La factura total incluiría, además, 10.000 euros para instalar alumbrado público y 35.000 euros para la explotación de los aseos públicos. Por último, la principal novedad sería la incorporación de un contrato de vigilancia, seguridad y control de acceso al recinto, llamado a acabar con los problemas de vandalismo que sufre la zona, y que se ha estimado en 325.000 euros. Un cálculo obtenido en función del coste del contrato de vigilancia que se paga actualmente en las instalaciones de la Gerencia de Urbanismo.

Lo que se gasta actualmente el Ayuntamiento de Sevilla en la conservación de la Plaza de España se queda muy lejos de la cifra que ha calculado el ejecutivo de José Luis Sanz. Las cuentas municipales fijan el coste del mantenimiento en 570.000 euros anuales, la gran parte de ellos (unos 220.000 euros) en la fuente y el alumbrado ornamental del espacio. El resto se reparte entre 100.000 euros para el mobiliario urbano situado entre el 'Gran Peatón' y la avenida Isabel la Católica; 240.000 euros para alumbrado público y limpieza viaria, repartidos en dos partidas de 120.000 euros; y 10.000 euros residuales para instalar alumbrado público. El problema de este presupuesto es que la cifra de ingresos no es suficiente para sostenerlo. De hecho, la ciudad sólo recibe 215.000 euros al año por las tasas de licencias de ocupación de la vía pública, bonificadas en un 70 por ciento en los eventos de interés y que están participados por el Consistorio. Otros impuestos no se cobran, como es el caso de la tasa por la tramitación de licencias de actividad ocasional, suprimida en 2011 para incentivar la actividad económica.

Un repaso por las inversiones que se han realizado en el monumento en los últimos años pone de manifiesto las carencias de financiación que viene soportando. El Ayuntamiento tiene claro que hay que apostar por mantenerlo, pero no le salen las cuentas. En los últimos 15 años, el total de gastos ejecutados se acerca a los 10 millones de euros, con una media anual de algo más de 650.000 euros. En concreto, en el último mandato, con el PSOE en la Alcaldía, el gasto en actuaciones especiales apenas superó los 150.000 euros, invertidos en la adecuación del alumbrado ornamental a las nuevas reglas de eficiencia energética y en la reconstrucción de la balaustrada y de una columna cerámica en 2019. Unas cifras escuetas que han coincidido con la proliferación de eventos culturales como el Icónica Fest, los Grammy Latinos o el desfile de Dior.

Con la vista puesta en la celebración del centenario de la Expo del 29, Sanz está decidido a cambiar el rumbo de la Plaza de España, aunque para ello tenga que insistir en su idea de financiación ante el Gobierno de España, con el que comparte responsabilidad sobre el espacio. Sólo en el primer año y medio de implantación de la entrada a 3 euros, Sevilla sería capaz de recuperar los 10 millones de euros invertidos en estos últimos 15 años, un motivo más que suficiente para que el alcalde siga intentando sacar adelante su propuesta.