Comienza la obra en el Estadio de la Cartuja: «Bajaremos el césped 5,30 metros»

Esta es la «primera fase de la primera fase», como señaló el arquitecto Antonio Cruz que, junto a Antonio Ortiz, firmaron el proyecto de construcción del Estadio de la Cartuja y ahora de su reforma y ampliación, que se realizará en dos fases hasta el segundo semestre de 2028. Ambos realizaron una visita este viernes a las obras, junto al consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Estos últimos se reunirán el próximo lunes para abordar, entre otras cuestiones, los accesos a la instalación, una cuestión peliaguda, que no acometerá hasta la segunda fase de las obras a partir del primer trimestres de 2027, después de que el Real Betis se traslade allí a finales de la próxima temporada.

Tal como explicó Antonio Cruz, esta primera fase de los trabajos, que tendrán un coste total de doce millones de euros, correspondientes a fondos propios del Estadio, ha arrancado esta semana con la eliminación de la pista de atletismo y el rebaje de la cota actual del terreno de juego unos 5,30 metros. Esto permitirá la instalación de nuevas gradas, así como de zonas de relajación, aseos y servicios.

Estas obras implicarán una excavación que durará unos dos meses y en la que se extraerán 70.000 metros cúbicos de tierra, que se acopiarán en parcelas anexas al estadio y se reutilizarán en fases posteriores de la obra.

El nuevo graderío bajo contará con una capacidad en la zona de los goles de 4.500 espectadores, que estarán conectados con el nivel de acceso actual a través de unas escaleras que ya fueron ejecutadas en la construcción original de 1999, cuando fue inaugurada la instalación deportiva con motivo del Campeonato Mundial de Atletismo.

Además, se dotará de nuevas plazas reservadas a personas con movilidad reducida, ampliando la dotación actual y convirtiendo el edificio en más accesible. Por su parte, las gradas de fondo y preferencia se continuarán hasta alcanzar la nueva cota del terreno de juego, aumentando en quince filas el graderío actual.

«Se conseguirá la cercanía visual de un estadio de fútbol», señaló el arquitecto sevillano, quien explció que no se puede rebajar la cota del terreno de jugo más allá de 5,30 metros, porque «la visión desde algunas gradas sería mala. Conseguiremos las distancias adecuadas para un campo de fútbol logrando alcancar unas 70.000 plazas«.

Estos trabajos está previsto que estén concluidos en abril de 2025, señaló el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, quien confía en que el Estadio de la Cartuja pueda acoger la final de la próxima Copa del Rey, la última de las que estaban previstas en el convenio que firmaron el Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía, el Estadio de la Cartuja y la Real Federacion Española de Futbol.

A finales de la próxima temporada, además, se trasladarán los partidos del Real Betis a este terreno de juego hasta 2027 por las obras del nuevo estadio Benito Villamarín, que tienen previsto comenzar en el primer trimestre de 2025.

El inicio de los trabajos de esta primera fase se ha agilizado, destacó el alcalde de Sevilla, por la puesta en marcha de la Oficina Sevilla Acelera, que «tiene como objetivo agilizar la tramitación de proyectos urbanísticos claves para Sevilla. Sin esta oficina, los trámites para la obra del Estadio de la Cartuja hubieran tardado un año, pero con esta Oficina han tardado veinticinco días en tener la licencia de obra«.

La segunda fase de los trabajos abordará una reforma de esta instalación deportiva más en profundidad, que afectará a las «tripas» del estadio, como señaló Antonio Cruz, pero también a su aspecto exterior, así como los accesos a esta infraestructura, que hace tan solo unos días el alcalde de Sevilla calificó de «desastre». De hecho, tanto Junta de Andalucía como Ayuntamiento de Sevilla son conscientes de que hay que mejorar los accesos antes, de cara al traslado a este campo de los partidos del Betis a finales de la próxima temporada.

También, explicó Arturo Bernal, que se tratará de mejorar las condiciones de sonido del estadio, una crítica recurrente de los asistentes a grandes conciertos. La idea, apuntó el consejero, es que el de la Cartuja aspire a ser un estadio con programación cultural y deportiva los 365 días del año.

«Se va realizar una remodelación completa del estadio, va a cambiar su fisonomía y también se van a hacer actuaciones interiores en todas las estancias«, con el objetivo de adaptarlo a la normativa de la Fifa.

El presupuesto de los trabajos, unos cien millones de euros, ilustra el calado de esta segunda fase, que se desarrollará desde el primer trimestre de 2027 y tendrá una duración de año y medio, por lo que podría estar en el segundo semestre de 2028, con el objetivo de que la infraestructura, ya con la certificación Fifa por la ampliación del aforo, esté a punto para el Mundial de 2030.

«Se trata de un proyecto riguroso, en el que han trabajado todas las administraciones y que se ha sido ya valorado positivamente por la Federación Española de Fútbol«, explicó Bernal, quien confía en que pueda formar parte de los estadios del Mundial de 2030, que se desarrollará en España, Marruecos, Portugal, Argentina, Paraguay y Uruguay, aunque estos tres últimos países solo acogeran los partidos inaugurales por cumplirse el centenaroi de la creación de la Copa del Mundo de Fútbol.

El Estadio de la Cartuja, junto con la Rosaleda de Málaga, formarán parte de la propuesta de la Junta de Andalucía. «La apuesta del presidente de la Junta, Juanma Moreno, por el Estadio de la Cartuja es total«, señaló el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, quien sigue aspirando a que este terreno deportivo se pueda convertir en un futuro en el «estadio nacional» de la selección Española, como Wembley para Inglaterra o Saint-Denis para Francia,

Entre los trabajos que se abordarán en las segunda fase, Antonio Cruz se refirió a la instalación de una nueva cubierta de vidrio, más ligera y donde la transición de sol a sombra será más progresiva, dando además cobertura a las nuevas localidades.