tribunales
La Audiencia de Sevilla archiva la denuncia por abusos contra el futbolista William Carvalho y descarta la sumisión química
Para el tribunal, la versión ofrecida por la mujer «carece de fundamento» y «no hay modo de sostener» la tesis de la acusación de que el jugador del Real Betis la drogó
William Carvalho lamenta «profundamente» la denuncia por agresión sexual «por su absoluta falta de veracidad»
Sevilla
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Iniciar sesiónLa Justicia vuelve a archivar la denuncia por abusos sexuales contra el futbolista William Carvalho. En esta ocasión es la Audiencia de Sevilla la que se ha pronunciado sobre estos hechos supuestamente ocurridos en agosto de 2023, ratificando la decisión del Juzgado ... de Instrucción número 9 de la capital. Para el tribunal, la versión de la denunciante «carece de fundamento», al tiempo que descarta la acusación de la mujer de que existió sumisión química.
Con fecha 2 de septiembre, la Sección Séptima de la Audiencia ha dictado un auto que viene a confirmar las tesis de la defensa del futbolista portugués, que siempre argumentó que fueron unas relaciones consentidas.
La noche del 9 al 10 de agosto de 2023
Los hechos ocurrieron la noche del 9 al 10 de agosto del año pasado. La joven puso la denuncia seis después en Ibiza. Según la juez que investigó el caso, queda probado que los dos se conocían con anterioridad y unos meses antes habían ya tenido relaciones y mantenían un contacto frecuente. Acordaron pasar unos días juntos en Sevilla. Carvalho se hizo cargo de gestionar billetes de avión y alojamiento. El futbolista la recogió en el aeropuerto y, seguidamente, ambos llegaron juntos a un hotel de la Cartuja, quedaron después para cenar. Acudieron a un restaurante de Triana en compañía de un amigo del portugués y, posteriormente, a un local cercano.
Después ambos protagonistas se dirigieron al hotel y subieron a la habitación, «en actitud completamente normal, sin que se aprecie ninguna circunstancia fuera de lo común o extraordinaria relevante», caminando la denunciante «de manera inequívocamente rectilínea».
«Es decir, no hay señales de que la denunciante estuviera afectada en sus capacidades por el consumo de alcohol que se había producido horas antes», según la magistrada. La denunciante dijo haber tomado dos cervezas, dos copas de vino blanco y una copa pequeña de tinto. Pero la juez insiste: «accedió a la habitación con el investigado sin oposición alguna y sin dar muestras de afectación».
La joven «tampoco dio muestras de sospechar o suponer que se había producido una relación inconsentida a la mañana siguiente, cuando a ninguna de las personas con las que habló, incluido el investigado, les comentó que se había sentido molesta con la relación mantenida», e incluso «se infiere que tenía interés por verlo en todos los contactos posteriores que, vía WhatsApp, mantuvo con el investigado», pidiéndole que cambiara el billete para retrasar la vuelta.
Él no quiso volver a verla
«Al comprobar la falta de interés del investigado en volver a verla, le comunicó su malestar y decidió después, a su llegada a Ibiza, denunciar los hechos», concluía la juez.
La Audiencia, tras estudiar el recurso de la acusación, expone que la denunciante sostiene que William Carvalho le debió suministrar, sin su consentimiento ni conocimiento, algún tipo de droga que le hiciera encontrarse en estado de «cierta inconsciencia» en la terraza de copas junto al río, pues empezó a encontrarse mal, hasta el punto de que vomitó y cayó al suelo; y posteriormente, no recuerda haber llegado al hotel, afirmando que estaba en estado completamente inconsciente y no recuerda nada.
«Sin embargo, sí recuerda, en los momentos coetáneos de los hechos, que sintió dolor y le pidió al denunciado que parase» durante las relaciones y que la forzó, según la Audiencia, que comparte los argumentos de la juez de Instrucción para archivar la denuncia.
Revisada toda la prueba practicada, resulta que la versión ofrecida por la denunciante «carece de fundamento». Y ahora el tribunal rechaza, uno por uno, los argumentos de la acusación, empezando por el final, pues el dolor o padecimientos que dice presentaba, más de 24 horas después, y que dice le incapacitaban para su trabajo, no quedan indiciariamente acreditados, ni se recoge en un informe forense.
Ella se contradice
Además, las declaraciones de los empleados del hotel no revelan que hubiera sufrido incidente alguno con el futbolista, como demuestran los mensajes de WhatsApp en los que ella le reclama para que vaya al hotel y verse de nuevo.
Sobre el estado referido de inconsciencia en que entró en el hotel esa noche, las cámaras captan las imágenes del momento en que llegan a recepción y se dirigen a la habitación, y se ve que camina por su «propio pie, sin que pueda advertirse una deambulación inestable o una actitud que haga pensar que se encontraba en mal estado y hasta el punto de inconsciencia». Caminaba bien, «con zapato de plataforma alto». Por tanto, para la Audiencia, «no hay modo de sostener el suministro de sustancias para la sumisión química», que señala la acusación.
Tras analizar los elementos que deben sustentar la declaración de una víctima de delitos sexuales, que suelen ocurrir en el marco de la clandestinidad (sin testigos), la Audiencia expone que la versión de la denunciante en este caso «no encuentra sustento alguno y se contradice con la secuencia de hechos analizados» por dos órganos judiciales, tras las completas diligencias de investigación policial. Por tanto, la Justicia vuelve a dar la razón al futbolista luso del Betis, defendido por el despacho Zurbarán Abogados, y archiva la causa.
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