Cierra la capilla ardiente de la duquesa de Alba antes del funeral en la Catedral

Este viernes está previsto que, sobre las 12 del mediodía, monseñor Carlos Amigo Vallejo oficie en la Catedral el funeral por el alma de doña Cayetana, quien falleció en la mañana de este pasado jueves en la Casa de las Dueñas de Sevilla.

Tras el anuncio oficial de la muerte de la duquesa de Alba, la familia, con el primogénito, el duque de Huéscar y el marido de doña Cayetana, Alfonso Diez, escoltaban el ataúd con sus restos mortales desde las Dueñas hasta el Ayuntamiento de Sevilla. En el salón Colón quedó instalada la capilla ardiente donde los hijos y nietos de la aristócrata velaron el cuerpo mientras miles de sevillanos pasaban también a rendir un último tributo.

Hasta 80.000 personas -según el Ayuntamiento- pasaron por el Consistorio para decir adiós a la duquesa de Alba. Tal fue la afluencia de público que ampliaron el horario de cierre. Y este viernes también estará abierta (desde las 9 y hasta las 11 de la mañana). Entre los rostros conocidos se ha podido ver a los toreros Julio Aparicio y Curro Romero, éste último acompañado por su esposa e íntima amiga de la duquesa, Carmen Tello; la empresaria Alicia Koplowitz; el humorista Jorge Cadaval; los cantantes del dúo Los del Río y María del Monte o la modelo Raquel Revuelta.

También han acudido personalidades del mundo de la política, como la presidenta de la Junta, Susana Díaz; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

A las 12 de la mañana, una vez que cierre la capilla ardiente, el plan es trasladar en coche fúnebre los restos de doña Cayetana hasta la Catedral. Se espera que la familia y los amigos más cercanos vayan andando tras el féretro, puesto que la distancia que separa del Ayuntamiento de la Catedral es unos pocos cientos de metros.

Ya en la Catedral, monseñor Amigo Vallejo oficiará una homilía acompañado por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Asenjo. Asistirá la Infanta Doña Elena, el ministro de defensa Pedro Morenés o al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido así como toda la familia de la duquesa de Alba.

Después de la misa, el cuerpo será llevado al cementerio de San Fernando para su incineración. No se espera que la familia se traslade hasta allí, sino que espere en la Casa de las Dueñas las cenizas de la aristócrata.