El puente de la Torre Pelli, pendiente de un plan de movilidad municipal

Hace ocho meses, exactamente el 16 de septiembre de 2013, la Dirección General de Movilidad envió un informe al Ayuntamiento denegando la posibilidad de levantar este puente y requiriéndole un plan de movilidad para el entorno de la torre. Un plan que el Ayuntamiento está terminando de redactar y que pone de manifiesto la necesidad de construir un puente que canalice el tráfico rodado que va a generar la puesta en funcionamiento de la Torre Pelli, que tiene 39 plantas de oficinas y un estacionamiento con capacidad para cuatro mil vehículos.

Este plan de tráfico —en cuya redacción están participando tanto Movilidad como Urbanismo— deberá ser enviado a la Consejería de Fomento quien tendrá que pronunciarse al respecto. Desde el Gobierno andaluz aseguran que, si todo está en orden y los documentos presentados por el Ayuntamiento cumplen con la legalidad vigente, se tramitará la correspondiente modificación del PGOU que permita la construcción del puente.

La propuesta municipal ya es conocida, cuatro carriles para el tráfico rodado en lugar de una pasarela peatonal, ciclista y para el transporte público que estaba prevista en el PGOU. Un puente de 280 metros construido sobre la Dársena del Guadalquivir para unir la Avenida Carlos II con la calle Torneo mediante una rotonda que se construirá frente a la gasolinera.

Los argumentos con los que está trabajando el Ayuntamiento son, precisamente, que es necesario y urgente dar una opción al vehículo privado debido a la falta de transporte público en la zona a causa de las restricciones presupuestarias de la Junta de Andalucía.

El Gobierno municipal entiende, además, que la Consejería de Fomento concedió el permiso para levantar el rascacielos sin contar con un plan de movilidad para la zona. Porque el plan de tráfico que se aprobó en el expediente de construcción de la Torre Pelli incluía una serie de infraestructuras que sólo existían sobre el papel y que no se han materializado. Así, contaba con las líneas 2 y 4 del Metro, además de una plataforma reservada para el transporte público metropolitano que llegaba desde el Aljarafe, ninguna de las cuales tiene ni siquiera un proyecto o un plazo de ejecución en un futuro inmediato.

Sin estas alternativas, la única opción para salir o entrar de la Torre Pelli pasa por el Puente del Cachorro una vía completamente saturada, sobre todo a las horas punta, porque recoge todo el flujo de tráfico que procede o se conecta con el Aljarafe.