Un profesor español en Irlanda, indignado por cómo ven a los hombres en su trabajo: «Estas ideas deberían quedar en el pasado»

En el caso de los que enseñan en educación infantil, sus tareas recaen también en el cuidado de estos pequeños, por lo que se requieren habilidades o cualidades que respondan correctamente a estas necesidades.

Estas características pueden hacer pensar a muchos que el perfil de una mujer podría encajar mejor, aunque se trate solo de un prejuicio o una idea preconcebida, o que ellas prefieran estos puestos por algún motivo concreto. Lo cierto es que, según datos de 2024 del Ministerio de Educación, «la práctica totalidad del profesorado en los centros de educación infantil es femenino (97,4%) y es muy mayoritario en los centros de educación primaria (82,2%)». Es por ello que se puede afirmar que apenas hay hombres que se dediquen a esta profesión en nuestro país actualmente.

Un profesor español que se ha formado también en ELE (Enseñanza del Español como Lengua Extranjera), se ha mudado recientemente a Irlanda para dar clase a niños pequeños. En relación con los datos anteriores, este profesor, que también ha ejercido en un pueblo de Japón, ha compartido algo que le ha indignado en cierto modo sobre su nuevo puesto.

Según explica, sus compañeras le han contado que muchos padres y madres no ven con buenos ojos que un hombre sea maestro en las clases de los niños de 0 a 1 año aproximadamente, es decir, de los que aún son bebés. Sin embargo, el español es profesor de niños de entre 1 y 2 años y algo, aproximadamente, por lo que no entiende del todo por qué se tiene esa visión sobre los hombres es su profesión, concretamente con los niños más pequeños.

«Entiendo que todo esto viene un poco por el tema de los hombres con los bebés, supongo que sobre todo con las niñas, pero claro, al final para trabajar yo necesito entregar mis documentos de que no tengo delitos penales, ni delitos sexuales, que eso creo que es como en España», argumenta.

Además, matiza que no cree que los padres piensen que los hombres están menos capacitados para hacer este trabajo, sino «que viene por el pensamiento que hay en la sociedad y posibles ideas que puedan tener de que podamos hacer alguna cosa que las mujeres no», explica.

Añade que, aunque pueda comprender parte de ese pensamiento, desde su punto de vista, si una persona está bien preparada y tiene toda su documentación en regla y todo está «limpio», no entiende por qué él no podría trabajar con los niños más pequeños.

Con un contexto como el de este vídeo, los comentarios de los usuarios de TikTok han reaccionado de maneras muy dispares, aunque gran parte de los mensajes que han trasladado parecen entender la parte de los padres que prefieren que sea una mujer la que se ocupe de la enseñanza de los más pequeños en las escuelas infantiles. Te dejamos algunos ejemplos de los comentarios que ha recibido la publicación del profesor español:

«Ese documento que de delitos sexuales es papel mojado. Los hombres nos hemos ganado a pulso la desconfianza»

«¿Dónde están las feministas?»

«Primero, Irlanda es un país muy conservador en esos aspectos, y luego en España pasa igual, ¿cuántos tíos verás trabajando en escuelas infantiles? Apenas ninguno, salvo que sea en su gestión, no con niños»

«Entiendo en parte a las madres que un hombre toque a sus hijas, pero a la vez, si lo permiten con doctores hombres, pediatras. La verdad que es ilógico»

«No pongo en duda tu capacidad. Sin embargo, la idea de que un hombre suponga un riesgo mayor que una mujer se basa en estereotipos que asocian el cuidado infantil con la mujer»

«En España también pasa, estudio educación infantil y no es tanto que está mal visto que hombres trabajan con niños pequeños, pero está más normalizado que sean mujeres…»

«Es que en Irlanda, como en España, hay mucha tradición católica…. Curas… ya sabéis»

«En España pasa igual. Los más pequeños no hablan, si son un poco mayores te pueden contar lo que pasa. De todos los hombres turbios que me he cruzado, no creo que ninguno tuviese antecedentes»

«Lo veo lógico, hace años que escuchamos que los hombres no son buenos por ser hombres. Tarde o temprano ese discurso acaba calando».