Nueva ruta de senderismo en la provincia de Sevilla: El Castillo de Las Guardas

El recorrido, de 14,4 kilómetros, comienza en la Fuente del Abrevadero , un tradicional lugar de reunión en el municipio. Desde allí, el camino transcurre tranquilo hasta el poblado de Minas del Castillo. En total son unas cuatro horas y media de camino, con un 80% del sendero que transcurre por senda y un 20% por pista, por lo que resulta muy cómodo para principiantes y niños. Durante el trayecto se disfruta del típico paisaje de dehesa de la provincia sevillana, encinas, alcornoques, jaras, romero o lavanda, un paisaje por el que es es fácil ver fauna silvestre: cigüeñas, conejos, liebres o ágilas campas a sus anchas por los alrededores de El Castillo de las Guardas.

La ruta también pasa cerca de explotaciones de ganado bravo , con todas las medidas de seguridad pertinentes, que hacen que el recorrido sea, aún, más interesante.

Tras llegar a Minas del Castillo, un antiguo poblado minero, los senderistas deben volver un poco sobre sus pasos para visitar uno de los puntos más atractivos de la ruta, la antigua estación de ferrocarril de la «Mina admirable» . Ésta, conocida también como «Mina del Castillo de las Guardas», fue construida para explotar la pirita de la zona. Llegó a ser, en el siglo XX, la mina de este mineral más importante de la provincia.

En el año 1900 se construyeron para dar servicio a la mina la presa del embalse y el ramal de ferrocarril, que enlazaba en El Ronquillo con la línea de San Juan de Aznalfarache .

La mina dejó de funcionar a principios de los años 60 y, actualmente, en la zona se ubica el parque zoológico «La reserva del Castillo de las Guardas». Sin embargo, el poblado de Minas del Castillo sigue habitado y merece la pena dar un paseo por las inmediaciones de la antigua estación para imaginar el trasiego que, no hace muchas décadas, dominaba la vida de El Castillo de las Guardas.

A continuación, el sendero circular continúa junto a la cola del pantano hasta llegar a la aldea de El Pedrosillo, hoy en día semihabitada. Ahí es donde, según el trayecto, hay que darse la vuelta, pasando junto al cortijo de Caña alta para seguir hasta El Castillo de las Guardas de nuevo.

La ruta acumula desniveles de poco más de 500 metros y, aunque no se considera de mucha dificultad, se recomienda seguir la señalización y evitar el tránsito en verano , ya que tiene poca sombra.

Este sendero se une a se une a los de Las Cañadillas y Los Callejones, de 12,2 y 7,3 kilómetros respectivamente, que ya se encuentran en uso y que también tienen su inicio en el núcleo urbano de El Castillo de las Guardas.