La XVI Bienal Española de Arquitectura inaugura en la Fábrica de Artillería de Sevilla una exposición sobre el hábitat del futuro

El certamen está convocado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Fundación Arquia. Esta edición está comisariada por los arquitectos sevillanos María González García, Juan José López de la Cruz y Ángel Martínez García-Posada, quienes han planteado un concepto curatorial sobre la doble oportunidad de la arquitectura para responder a los retos del presente y anticipar el futuro de nuestro hábitat y territorio.

Al concurso se presentaron unas quinientas propuestas en tres categorías: Obras, Investigación y Difusión y Proyectos Fin de Carrera. Finalmente se han premiado 55 trabajos: 20 correspondientes a Obras, 10 dentro de la categoría Investigación y Difusión y 25 Proyectos Fin de Carrera.

«Es una oportunidad que la Bienal de Arquitectura se esté inaugurando por primera vez en Sevilla», dice uno de los comisarios, Ángel Martínez García-Posada». Nosotros fuimos los ganadores del concurso, y desde diciembre hasta hoy se hace público lo que hemos venido gestando. Los tres somos profesores de la Escuela de Arquitectura, y tras la convocatoria, un jurado de prestigio junto con nosotros, elegimos los finalistas de cada categoría. La exposición de Artillería recoge esos veinte proyectos premiados de la categoría Obras».

Según el comisario, «hay en la exposición una transversalidad como en todas las bienales que es el tema de la vivienda junto con una cierta idea de equipamiento, que son aspectos medulares de la profesión. Y luego hay matices específicos propios de cada momento de la profesión. En esta Bienal aparecen conciencias medioambientales, sensibilidades patrimoniales, programas que articulan nuevas formas de relación, la escala media o menor, es decir, no todos son proyectos icónicos en la gran ciudad, sino la capacidad de la arquitectura en transformar nuestro escenario de la vida cotidiana, sea en un lugar grande o pequeño. Hay, desde una vivienda unifamiliar que interviene en una antigua construcción agrícola en Extremadura, hasta la transformación del espacio urbano de la plaza de España en Madrid. La arquitectura tiene un papel activo en la transformación de nuestro entorno».

En cuanto a los arquitectos representados, los hay de varias generaciones, «desde arquitectos consagrados de los que nosotros hemos aprendido, hasta arquitectos a los que por edad han podido dar clase. Hay dos proyectos en Andalucía, uno en la biblioteca pública de Córdoba, de Ignacio Pedrosa y Ángela García de Paredes, y otro en Sevilla que es la intervención en el Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, al ser un edificio antiguo neoclásico que había crecido azarosamente, y la intervención le da una cierta continuidad al antiguo edificio y a los añadidos. Es un proyecto sutil y significa algo que en la arquitectura andaluza se ha sabido hacer: una lectura desde la administración pública del patrimonio como valor identitario«.

Para Martínez García-Posada, «la arquitectura española es muy apreciada internacionalmente por la calidad del proyecto, y se reconocen dos grandes valores: la sensibilidad en la restauración del patrimonio, la conciencia en el diálogo entre tiempos y de que se puede intervenir desde el presente con respeto en lo heredado, y luego el registro del contexto, la veta contextualista de la arquitectura española que bebe de de Rafael Moneo o Álvaro Siza».

Para este profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, en este momento hay grandes arquitectos en España, «el argumento que hemos utilizado de 'Me–dio Pla–zo' alude a que la arquitectura que está siempre mediatizada por el problema candente, por lo inmediato que requiere de una solución repentina, quizá tiene ya un buen momento tras superar una durísima crisis constructiva, para incorporar el factor tiempo en el proyecto de la arquitectura, para comprender que resolviendo el problema del presente es hora de mirar más allá, y que estas estrategias vayan funcionando como motor de cambio. Igual que el arte que tiene la capacidad de adelantarse a su tiempo. La arquitectura también se incorpora a proyectos de cambio que están ahora incipientes».

Posteriormente a su estancia en Sevilla, que será hasta el próximo 20 de noviembre, la exposición la XVI BEAU viajará en futuras itinerancias por distintos emplazamientos nacionales e internacionales.