El Chiringuito

Josep Pedrerol, un 'showman' de alta tensión

Todos alaban su talento, todos destacan su exigencia al límite. ABC habla con quienes el presentador echó los dientes en sus inicios, con los que arrimaron el hombro camino a la cima, y también, con los que le han abandonado

Admirado y temido, el creador de 'El Chiringuito' maneja con mano férrea una redacción donde los colaboradores son personajes virales y la plantilla la forman periodistas muy jóvenes, que en muchos casos se marchan a los pocos meses

Josep Pedrerol retira la demanda contra Siro López a una semana del juicio

La demanda de Josep Pedrerol contra Siro López, una amistad periodística que acabó en los juzgados

«Eres un inútil», el «trato vejatorio» que denuncia un extrabajador de 'El Chiringuito' por parte de Josep Pedrerol durante el juicio contra Siro López

Ilustración: Joaquín Aldeguer

Es un animal televisivo, un comunicador total que ha cambiado el modo de hacer periodismo deportivo en la televisión de este país. Pero su fábrica de sueños, para algunos, es una trituradora de carne. Josep Pedrerol (Barcelona, 1965) se convertía estos días en foco ... de interés mediático y no era por su audiencia ni por sus exclusivas, sino por la polémica generada a partir del agrio enfrentamiento que mantiene con el que fue su colaborador y amigo, el veterano periodista deportivo Siro López (Lugo, 1956). Las acusaciones de este, corroboradas en sede judicial por el que fuera editor de 'El Chiringuito', Pablo Espinosa, han abierto la caja de Pandora: para unos, es un déspota y un «acosador laboral»; para otros, un perfeccionista, un amigo leal y un trabajador incansable.

ABC ha hablado con aquellos con quienes echó callo micrófono en mano; con los que arrimaron el hombro para acompañarle hasta la cima, y también con los que le abandonaron.

Su éxito en cifras 200.000 espectadores de media diaria

El pasado 17 de abril, tras la clasificación del Real Madrid a semifinales de Champions, superó los 400.000, un 9,1% de share, su mejor dato en dos años.

Todos alaban su talento -«buenísimo»; «un avanzado»; «el número 1»- para hacer de un producto emitido en Mega, un canal secundario de Atresmedia, el programa de fútbol más influyente. Con una audiencia media diaria de más de 200.000 espectadores, el pasado 17 de abril, tras la clasificación del Real Madrid a semifinales de Champions, superaba los 400.000; obtenía su mejor dato en dos años (9,1% de share) y se alzaba como el segundo programa más visto en televisión esa noche en una franja horaria (a partir de medianoche) para insomnes.

Pero su impacto se extiende más allá: sus contenidos vuelan por las redes, generan conversación pública, sus colaboradores se viralizan, se convierten en memes que rulan por Whatsapp… Los más puristas abjuran de su estilo, pero nadie duda de que es un fenómeno, y su redacción, el lugar con el que sueñan los jóvenes periodistas deportivos. Y de la que muchos, ya dentro, parece que necesitan escapar.

Entre aquel avispado reportero que comenzó en la SER, que cogió el micrófono de Canal+ para las entrevistas en los palcos y zonas mixtas (muy recordado su enganchón con un joven Luis Enrique), y el «capo absoluto del periodismo deportivo», como le describe un veterano compañero de profesión, han pasado casi tres décadas.

Supo ver, antes que otros, que había que sacudir la forma de entender el periodismo deportivo. Detectó que el show podía ganar espacio en terrenos antes vedados. Tras su salida del Plus, empezó a fabricar el proyecto de su vida, que culminó con 'El Chiringuito'.

Fue el primero en apostar por la tertulia y la opinión en paralelo a las noticias, a las que nunca ha renunciado al grito de '¡Exclusiva!'. Primero, en Radio Intereconomía, luego, en Punto Radio y, después, en Intereconomía TV.

'Punto Pelota' fue el germen: una radio televisada con un plató muy identificable, sin mesa y todos en círculo. El veterano Carlos Pecker -hablará más adelante- le confeccionó planos propios del televisivo Lazarov, estridencias y naturalidad en directo… Lo que menos importaba era lo que se contaba, sino cómo.

Trayectoria profesional de Josep Pedrerol

  • 1984-1990: Radio Barcelona / Cadena SER

  • 1990-1997: El partidazo del Plus (Canal+)

  • 1997-2004: El día después (Canal+)

  • 2003-2004: En la banda (Radio Intereconomía)

  • 2004-2008: La liga viva y El mirador (Punto Radio)

  • 2007-2008: Club de fútbol (La 2, TVE)

  • 2008-2013: Punto Pelota (Intereconomía TV)

  • 2013-actualidad: Jugones (La Sexta)

  • 2014-actualidad: El Chiringuito (Nitro, Neox y Mega)

Héctor Fernández dirigía 'Al Primer Toque', el programa nocturno deportivo en Onda Cero Radio, cuando en 2014 Josep y su equipo aterrizan en Atresmedia. Hubo sus más y sus menos.

«Yo era muy purista, no sabía hacer lo que hacía él. Era una lucha de concepto: él se basaba en el espectáculo, la polémica, el lío y yo quería centrarme en el juego».

Pedrerol ya era un 'showman'. El segundo plano no era lo suyo. «Nosotros no teníamos ese aire que tenía Pedrerol, a mí no me invitaban a 'El Hormiguero' ni quería… Siempre contaban con él», recuerda, con cierta amargura, Fernández. Quienes apostaron por Pedrerol en Atresmedia sabían que tenían un diamante para atraer al público, especialmente al joven.

«Nosotros no teníamos ese aire que tenía Pedrerol, a mí no me invitaban a 'El Hormiguero' ni quería… Siempre contaban con él»

Héctor Fernández

Director de 'Al Primer Toque' en Onda Cero entre 2012 y 2016

Fernández no terminó bien con Pedrerol. «Hubo descalificativos muy feos» y subraya varias características del catalán que se repetirán en este reportaje y que algunos resaltan como positivas y otros, como sus peores defectos. A saber, la excesiva tensión con la que trabaja, su exigencia y el entorno militante y fiel al extremo que le rodea.

El 'Sálvame' del deporte

Orgulloso de ser el creador de un formato de éxito (cuentan que suele decir que 'El Chiringuito' no es el 'Sálvame' de los deportes, sino que 'Sálvame' era 'El Chiringuito' del corazón), Pedrerol ha sabido adaptarse como nadie al nuevo paradigma y aprovecharlo. «Coincide con un momento en el que hay muy poca información y los programas tienen que adaptarse a vivir sobre todo de la opinión», explica el periodista y escritor Miguel Gutiérrez, autor de La Libreta de Van Gaal y estudioso del fenómeno Pedrerol.

El creador de 'El Chiringuito' fue de los primeros en dar voz a periodistas de varios colores y medios, muchos de los cuales ya se veían en el ocaso de su carrera. Empezó llamando él, y han acabado llamando ellos. Y buscando voces divergentes ha sabido crear personajes muy identificables: Cristóbal Soria, Alfredo Duro, 'Loco' Gatti, Tomás Roncero, Pipi Estrada… Todos tenían una carrera anterior a Pedrerol, pero él les ha cambiado la vida.

José Manuel 'Pipi' Estrada había visto cómo su nombre aparecía más en la prensa rosa que en la deportiva, y Pedrerol le llamó para Punto Radio, antes incluso de la tele. «En 18 años, solo puedo decir que conmigo ha sido generoso en lo personal y en lo material». Han tenido etapas distanciados, pero justifica su intensísima forma de trabajar. «Le he visto encabronado, es perfeccionista. Los que estamos a su lado tenemos que aceptar esa forma de conducir. Es muy de autor».

Josep Pedrerol y 'Pipi' Estrada en 'El Mirador', de Punto Radio, en 2006 Julián de Domingo

Una personalidad marcada que le ha costado relaciones muy cercanas, como la que tenía con Siro López, antaño buen amigo y hoy su azote en las redes sociales. Pedrerol lo ha llevado ante un juez y le pide 370.000 euros por competencia desleal.

La 'vendetta' de Siro

Siro López no hace mucho era uno de sus más fieles, y en los tiempos de 'Punto Pelota' incluso fue su segundo al mando por momentos. En 2012 tuvieron una gran bronca en directo, tras una final de Copa, y aunque se reconciliaron, nada fue lo mismo. Su ruptura absoluta se produjo cuando López dejó 'El Chiringuito'. Pedrerol tomó un camino, el de la tele, y Siro otro, el de Twitch. Y ahí fue donde las críticas soterradas empezaron a convertirse en acusaciones directas sobre unos comportamientos que, según Siro, han estado ahí siempre.

«La gente quiere seguir trabajando, renuncia y no denuncia por miedo. Aquí ha amenazado a gente y siempre sale impune. Es su modus operandi», afirma el gallego. Siro le ha acusado en directo de «maltratar a sus redactores», periodistas novatos que apenas superan la treintena. Becarios que, tras unos meses, pronto pasan a tener contrato y cobran bien, pero que duran poco. La práctica totalidad hombres porque las mujeres ahí dentro se cuentan con los dedos de una mano. Ninguno ni ninguna ha denunciado.

«La gente quiere seguir trabajando, renuncia y no denuncia por miedo. Aquí ha amenazado a gente y siempre sale impune. Es su modus operandi»

Siro López

Periodista

El primero en ratificar las acusaciones de Siro ha sido Pablo Espinosa (26 años), actor secundario de esta historia. Nueve meses con Pedrerol. Acudió hace una semana como testigo a la vista de cautelares que pedía el periodista catalán y que fueron desestimadas. Espinosa entró en el trabajo de sus sueños y se sentó en 'la silla eléctrica', como se conoce en el programa al puesto de editor. Lo demás lo contó ante el juez. También por qué no aguantó y se fue dejando atrás los 3.300 euros que ganaba. Su madre era incapaz de entender qué ocurría.

«Humilla, no echa broncas. Cuando eres un jefe y quieres echar una bronca, esta tiene un destino final: algo tienes que mejorar. Josep no tiene ese interés, quiere humillarte y hacerte saber que eres un inútil. Hubo broncas que me marcaron mucho. Solo tenía ganas de vomitar, de que se terminase el día, de no ver a Josep ni a nadie. Solo quería dormirme y llorar».

Pablo Espinosa, extrabajador de 'El Chiringuito' y actualmente en 'La media inglesa', y Siro López conversan en Twitch tras la vista de las cautelares que pedía Pedrerol ABC

La rotación de plantilla es alta y constantes los 'castings' de nuevos perfiles de periodistas que, en ocasiones, se convocan de 20 en 20. Juanfe Sanz lleva 13 años y es uno de los pupilos de confianza de Pedrerol. Desde los 21 (tiene 35) ha ido creciendo a su lado y soportando lo que considera más que asumible. «No creo que haya menos cambios que en otra empresa», asegura.

Sanz niega la mayor. Aunque se solidariza con lo que dijo Espinosa, él no lo vivió así. «Siento mucho si eso es lo que ha sentido. Josep tiene como todos los jefes defectos y sus virtudes. Su exigencia es total y absoluta».

ABC ha contactado con extrabajadores de 'El Chiringuito'. Pocos quieren hablar -«No quiero abrir ese capítulo de mi vida»- y quienes acceden se niegan a que aparezca su nombre. Todos dicen que amaban su trabajo, pero que un día decidieron que fuera el último. La adoración que levanta compite con el temor que despierta. Alguno habla incluso de Síndrome de Estocolmo, de seguir enganchado una vez fuera, al ritmo, al programa, a su sueño. «No es soportable», cuenta alguien que también ocupó la famosa 'silla eléctrica'.

«¿Que he sentido la presión de estar en el programa líder nocturno de este país? Pues claro que he sentido muchas cosas. Con el paso del tiempo he madurado y he sabido canalizar todas estas circunstancias y me hacen mejor», responde Juanfe Sanz.

¿Es, por tanto, una cuestión generacional, de madurez? Los periodistas más veteranos que han participado en este reportaje apuntan, sin decirlo claramente, a esta idea. «Las generaciones cambian, la sociedad cambia y, siendo las mismas exigencias, hay más quejas porque la forma de vivir en estos momentos es diferente», asegura Pipi Estrada, cuyo primer jefe fue el mismísimo José María García.

«No es lo mismo alguien de 56 años, que nos metían una caña que te cagas y que nos enseñaron a currar así, que chicos que salen ahora y que les preocupan otras cosas. Igual este es un modelo de vida mucho mejor que el nuestro. Y quizá como nos han exigido tanto, hemos sido muy exigentes luego como jefes», concede Elías Israel, que tanto como director de 'Marca' como al frente de 'Sportyou' ha bregado con periodistas de todas las generaciones.

«No es lo mismo alguien de 56 años, que nos metían una caña que te cagas y que nos enseñaron a currar así, que chicos que salen ahora y que les preocupan otras cosas»

Elías Israel

Exdirector de 'Marca' y editor de 'Sportyou'

José Damián González, otro de los hombres de confianza de Pedrerol desde hace casi dos décadas y que ha sido redactor jefe en periódicos como 'AS' o 'Diario 16', arquea una ceja cuando detecta a un responsable que no tenga ese nivel de exigencia: «Todos tenemos un nivel como jefes con la gente que trabaja e igual no ha cambiado, y te lo digo como un elogio».

El realizador Carlos Pecker no era un chaval cuando decidió irse de 'El Chiringuito'. Conoce bien el periodismo por su ilustre apellido y, superado el medio siglo, se marchó. Las broncas, que también recibió en directo, las encajaba y las considera parte del «circo mediático». El estado de alerta y unos horarios complicados fueron la puntilla. «Tras 10 años de acostarme a las 3 de la madrugada con cinco hijos… Y a las 8.30, arriba. Todos los días. Era machacante». Pedrerol tampoco parece que descanse demasiado a juzgar por los mensajes que manda desde primera hora de la mañana. «No sé cuánto duerme, pero poquito».

Tenían una cohesión perfecta, asegura, pero se acabó. «La cosa se pasó tanto que de repente ya no era bueno. Nos dimos un abrazo y adiós. Pusieron a un realizador que duró dos meses, me parece».

La presión a los jóvenes

Igual que Pipi, Damián o Elías entienden como positiva esa presión constante en búsqueda de la excelencia, hay quienes califican su paso por el programa como una pesadilla.

Pedrerol, con buena parte de la plantilla de 'El Chiringuito' en una foto de hace unos años CEDIDA

Pedrerol se convierte en el Sol sobre el que orbita la vida de muchos de estos prometedores reporteros. Eso explica que varios de los que salieron por no aguantar las broncas, insultos y gritos de los que habló Espinosa luego volvieran.

Una frase muy repetida por Pedrerol, y también por los suyos, es que quien quiere quedarse en 'El Chiringuito', si vale, se queda. Pero quizá no puede, o no está dispuesto a pasar por estos peajes. «Hay gente que está más capacitada para soportar eso y hay gente que lo está menos», justifica Juanfe, que mira también fuera del plató. «Eso no pasa solo en 'El Chiringuito'. Vete a hablar con alguien de Deloitte que trabaje con presupuestos de 15 millones o 20 millones de euros a la semana o con autónomos que se juegan el pan de sus hijos todos los días».

«¿Presión? No pasa solo en 'El Chiringuito'. Vete a hablar con alguien de Deloitte que trabaje con presupuestos de 15 millones de euros a la semana»

Juanfe Sanz

Periodista de 'El Chiringuito'

La fidelidad -Héctor Fernández percibía «militancia»- de sus acólitos tiene su respuesta por parte de Pedrerol. Jamás ha escatimado en recursos para los que son de su cuerda. «Cuando surge el problema de Intereconomía», recuerda Pipi sobre el polémico fin de 'Punto Pelota', «Josep se hipoteca para que a la gente no le faltara el sueldo a final de mes».

Luego hay detalles que sus más próximos tienen interés en que se conozcan para ensalzar su lado más humano. Como aquel colaborador que sufrió un infarto y que fue a visitar al hospital. Dicen que Pedrerol llegó antes que la esposa del afectado. O cuando interrumpió un viaje en Miami para volver a España por la muerte de un familiar de un redactor.

No es el primero que tiene un ejército fiel a sus órdenes. Pedrerol guarda también aquí similitudes con los 'tótem' del periodismo deportivo de las radios de los 80 y 90. José Ramón de la Morena, que declinó la invitación de este periódico para hablar, y José María García, que habló pero pidió que no se publicara su opinión sobre Pedrerol, también tenían sus fieles. Este último niega que les exigiera lealtad férrea, pero sí un trabajo pulcro, que fueran buenos profesionales y que dedicaran horas para buscar noticias.

El futuro de 'El Chiringuito'

Quién ha ayudado a que Pedrerol se aúpe hasta ahí arriba no está del todo claro. Siro López pone nombre y apellido: «Hay gente que especula sobre si quien le protege es Florentino Pérez. Y es verdad que ellos han tenido muy buena relación, pero hace mucho tiempo». Pérez, que eligió -para sorpresa incluso de sus socios en el proyecto- 'El Chiringuito' para presentar al mundo la Superliga, se ha ido distanciando de Pedrerol desde que un periodista, que también tendrá que responder ante el juez por una demanda de Josep, acusó al programa de supuestas amenazas a Vinícius.

Un carácter fuerte, excesivo y muchas veces inflexible, pero con un objetivo y una meta clara: ser el mejor.

¿Tiene futuro sin él una obra tan personal?

De izquierda a derecha: Jaime Astrain (exfutbolista y modelo), Javier Balboa (exfutbolista), Josep Pedrerol, 'Lobo' Carrasco (exfutbolista), Cristóbal Soria (exdelegado del Sevilla FC) e Iñaki Cano (periodista) en el plató de 'El Chiringuito' ABC

«'El Chiringuito' como tal sin Josep, no existe. Será de otra manera», dice Juanfe, que ya sabe lo que es sentarse en el trono de Pedrerol. En la misma línea se manifiesta alguien del polo opuesto, como es Miguel Gutiérrez. «Es un programa, incluso una factoría, muy de autor. No vemos a nadie en su equipo… Es un hueco demasiado grande».

Todo parece indicar que queda Pedrerol para rato. Y por el camino habrá 'Exclusivas', tensión, gritos, sueños cumplidos y sueños rotos. Porque así es 'El Chiringuito', un reino cuya polisemia resume perfectamente a su emperador.

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