Edurne deja alucinado a Pablo Motos al relatar el detalle más impresionante de su boda: «Vas más deprisa que mi cabeza»

Noticia Relacionada

El gran sacrificio que hizo la familia de Pedro Acosta para que cumpliera su sueño de ser piloto de motociclismo

María Robert

El murciano, apodado 'el tiburón de Mazarrón', se ha estrenado en el programa de Antena 3, donde ha desarrollado sus hazañas en la pista con tan solo 19 años

La cantante, compositora, modelo y actriz dijo estar muy ilusionada con el proyecto y sentirse «super feliz de poder estar encima del escenario y creando música». Además, quiere retomar un poco sus inicios volviendo al pop ochentero y a los sonidos electrónicos. «Y sobre todo para que la gente baile conmigo. Me apetece hacer música para desconectar y que la gente se venga arribísima», aseguró la invitada.

Después de mostrar un fragmento del videoclip, Pablo Motos llegó a la conclusión de que Edurne es una mujer de acción. Hablando de ello, el presentador quiso conocer también más detalles sobre la boda de la artista con David de Gea, celebrada el pasado verano en Menorca. «Creo que hay algunos capítulos de 'El juego del calamar' más tranquilos», bromeó Motos, que dio paso a un vídeo del enlace en la que la novia se deslizaba en una tirolina.

«Mi intención era casarme una vez en la vida», empezó contando Edurne. Por eso, tenía claro que la celebración sería a lo grande y que representara a los novios. «Está muy bien la ceremonia, cóctel, y demás, pero después quería una sorpresa inolvidable. Fue como una gincana de cosas. Y en los postres, los secuestré. Los metí en furgonetas…», reveló la invitada, siendo interrumpida por un Pablo Motos que no daba crédito a la narración. «Vas más deprisa que mi cabeza», apuntó el de Requena.

Recapitulando, aclaró que eran pocos invitados, unos 80, y que para el simulacro del rapto contó con unos 20 secuestradores. Soy muy juguetona, me gustan los 'scape room' y quería que la gente se lo pasara bien. Los secuestré, los llevé a otros sitios y teníamos preparada una gincana de juegos.

Después de eso, los novios montaron su propia feria y una fiesta de la espuma. Y es que, comentó, «todas las ilusiones que tenía las puse en mi boda».