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La insólita confesión de Omar Montes sobre su futuro en 'Planeta Calleja': «Me veo de presidente del Gobierno»

El artista madrileño ha viajado a Laponia junto a Jesús Calleja

Jesús Calleja y Omar Montes, en 'Planeta Calleja' (Cuatro) Mediaset España

María Robert

Jesús Calleja continúa su periplo por el mundo. Tras una aventura inolvidable por Etiopía junto a Santi Millán , el presentador de ‘Planeta Calleja’ cambia completamente de tercio; aplicable tanto a su nuevo destino como al perfil del invitado que lo ha acompañado. Y es que esta vez el trotamundos se ha desplazado hasta Laponia, llevándose con él a un polémico ‘celebrity’, de esos que despiertan pasiones y críticas a partes iguales: Omar Montes .

Acostumbrado a colocarse cada dos por tres en el punto de mira como buen enemigo de lo políticamente correcto que es, el polifacético artista le ha mostrado a su experimentado compañero de viaje la faceta más íntima de su personalidad y de su vida. Nada más encontrarse en Gammelstad, una preciosa aldea-iglesia del siglo XV patrimonio de la humanidad, el de Pan Bendito le ha contado a su interlocutor por qué se ha embarcado en la aventura de ‘Planeta Calleja’. «Haces amigos y sales hecho persona. Porque tú sabes mucho de la vida y me vas a enseñar un montón de cosas. Quiero ser tu ‘Padawan’».

En la localidad de Harads ha quedado claro que el inglés no es su fuerte, aunque lo ha intentado. En ese bello lugar del norte de Suecia han emprendido una ruta en un trineo tirado por perros, a pesar de que al cantante le dan respeto porque de pequeño le mordió uno a su abuela. «En el culo», concretamente. Espontáneo como él solo, siente recelos de acercarse a los animales pensando que «te pegan un ‘bocao’ y te hacen padre». A Calleja le ha extrañado especialmente que ganara ‘Supervivientes’ con esa fobia, pero para el cantante la explicación resulta obvia. «Es que allí eran todo pescados, iguanas y esas cosas. Con ellos me llevo de puta madre».

Un caché estratosférico

El cicerone le ha interrogado sobre cómo gestiona su meteórica carrera: de novio de la Isa Pantoja , Omar Montes se convirtió en concursante de ‘realities’, y en estrella en tiempo récord poco después. De hecho, el año pasado fue el cantante con más descargas de toda España, más que la mismísima Rosalía. «Creo mucho en las energías y en Dios. Y pienso que si eres buena persona, Dios te lo da a ti por otro lado. Todos estamos en esta vida por algo, y mi cometido es hacer mover el esqueleto a la gente y que se lo pasen bien».

Todas las canciones que ha lanzado el artista en los últimos tiempos son ‘hits’. «Tengo 15 discos de platino. Y no tengo multinacional detrás, soy independiente, aunque me han ofrecido sumas millonarias. Pero yo lo peto por la calle», confiesa.

Reproducciones significan un crecimiento exponencial del caché, algo de lo que no ha querido presumir, alegando que «tengo para comer, que es lo importante». Eso sí, no niega que siempre le han gustado los coches y las joyas. «No te voy a negar que siempre me han gustado los coches y las joyas. Yo veía a los reguetoneros de mi época, como Daddy Yankie, enjoyados y con los Lamborghini, y pensaba que a mí también me gustaría tenerlos. Si yo me lo guiso, me lo como y me lo estoy currando ¿por qué no me voy a comprar esos carros? A mí no me los regala nadie».

Siguiendo el viaje los aventureros han visitado Jokkmokk, centro neurálgico de la comunidad sami de Suecia , el pueblo autóctono de Laponia y una de las culturas más antiguas del mundo. Allí, Omar y Jesús se han aproximado a sus costumbres y creencias ancestrales, obsequiándolos con un regalo muy ‘typical spanish’: jamón serrano.

Perdido con tanta naturaleza a su alrededor, Jesús Calleja se marca el objetivo de que a su invitado le acabe atrapando semejantes parajes que para el cantante resultan «rocambolescos». «Se nota que por aquí no pasan hombres, no hay ni una heladería ni nada».

A falta de helados, bienvenida sea una bebida caliente, con la que ha aprovechado para hacer otra confesión. « Siempre tomo Cola Cao , solo pido café cuando me quiero hacer el formalote con gente». A -1º, ha charlado a corazón abierto sobre su infancia y su juventud. «Mi padre es árabe y mi madre española. Me tuvieron muy jovencitos, y nunca he conocido lo que es una familia unida, porque se separaron muy pronto. Me tuvo que criar mi abuela. Soy una mezcla un poco rara. De ese bonito junte salí yo, un ser precioso».

Ahora entre ellos hay muy buena relación, pero sobre todo siente adoración por su abuela. « Yo doy la vida por ella ».

Una infancia muy dura

Sobre su pasado, considera que le ha afectado no tener una familia normal, en el sentido de que igual se juntó con malas compañías. «Además, no teníamos dinero y hemos pasado hambre. Es una situación bastante mala», expone. Luego, tuvo un hijo muy jovencito, a los 23 años. «Entonces no tenía trabajo, la gente no daba oportunidades . Tuve que hacer cosas de las que no me siento orgulloso, como robar pañales, pero no permitiría nunca ver pasar hambre a mi hijo. Eso no va a pasar».

Su vida ha cambiado radicalmente; gana cifras de más de seis números, y con solo una canción se llegó a embolsar un millón de euros. Sin embargo, vive en el mismo barrio y en la misma casa de toda su vida. « Por más dinero que uno gane , pienso que nunca debe dejar de tener los pies en el suelo ni volverse loco», sentencia.

El norte de Escandinavia también es un paraíso para los amantes de las carreras off-road. En un circuito de grava, Jesús y Omar han probado dos coches de rally, una experiencia que le ha resultado tan emocionante al cantante de Pan Bendito que ha salido hasta mareado.

Después de recuperarse, el artista ha rememorado su intento de ser boxeador, una pasión que tuvo que abandonar. «Un boxeador en España tiene que buscarse la vida para poder comer , dando clases en gimnasios o con un trabajo paralelo. Por eso dejé el boxeo, porque tenía a mi hijo y no me daba para comer».

Continuando hacia el norte, la expedición ha cruzado el Círculo Polar hasta llegar a Jukkasjärvi, hogar del célebre Ice Hotel, donde el artista, no muy entusiasmado, ha pasado la noche en una habitación de hielo a ocho grados bajo cero «¡Qué maravilla! Quitando con que voy a morir congelado , es perfecto», expresa con irónica emoción.

Así ha surgido la conversación de sus inicios en la música, que guarda detrás una historia muy entrañable. «Empecé a cantar muy jovencito. Con 15 años vimos un amigo y yo un ordenador en la basura. Nos lo llevamos a casa y un amigo suyo nos instaló el autotune. Empezamos entonces a crear bases, a componer instrumentales super guapas de rumbas. De ahí salieron canciocillas. Y los gitanos, cuando se iban a casar, se corrió la voz de que había dos chavales en el barrio que componían canciones dedicadas. Nos daban 100 euros , así nos ganábamos la vida».

Su historia con Isa Pantoja

Ha pasado mucho hasta poder llegar a donde cree que se merece. Y más alto que pretende llegar. «Quiero ser el número uno del mundo. Voy a ser el nuevo Julio Iglesias ». Si bien no descarta tampoco dedicarse a la política. «No he votado en mi vida, pero me veo de presidente del Gobierno. Tengo todas las cualidades necesarias para ser un buen presidente».

Vocación de servicio que ha demostrado durante el coronavirus, meses en los que estuvo ocupado con la gente de su barrio. «Date cuenta que allí hay mucha gente que se dedica a la venta: día que no sales a vender, día que no comes. Así que me junté con cinco o seis amigos e íbamos repartiendo comida por las casas . De todas formas, no me siento ejemplo de nada».

En el último tramo de la aventura ha salido a relucir el lado cotilla del presentador, preguntándole por el noviazgo sonado con Isa Pantoja . No obstante, Montes no se mete en camisa de once varas. «No hay mucho que hablar, quitando el nombre y lo mediático que pueda sonar, es una niña normal, como yo». Ha contado como la conoció. «Vino a un concierto, nos hicimos una foto y empezamos a hablar. Fue una bonita relación».

También con su madre. «Nos llevábamos y nos llevamos muy bien, hace dos días la llamé para contarle que estaba aquí. Es como una segunda madre para mí, y para ella soy su yerno favorito ».

Ser familia política de Isabel Pantoja lo puso en el candelero, hasta el punto de ficharlo para ‘GH Vip’ o ‘Supervivientes’ . Al concurso de los robinsones fue «porque quería superarme y averiguar si podría sobrevivir bien con unas condiciones complicadas ¿Tú sabes lo bonito que es que te tiren en cualquier lado del mundo y saber que vas a sobrevivir? No me quejo del dinero, pero me enriquece más el haber aprendido cosas y sentirme útil, que cualquier motivo económico».

En el ‘reality’ pasó la vida mártir y en ‘Planeta Calleja’ , aunque en menor medida, también ha sido así, como acaba reconociendo. Al final de la experiencia, eso sí, agradece que le vaya a servir para la vida. «Primera vez y no va a ser la única. Esto es el inicio de una hermosa amistad».

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