Pablo López desmiente los rumores sobre las juergas salvajes en su casa

«Llevo dos semanas sufriendo», fue lo primero que dijo Pablo López, «desde que me dijeron que iba a venir aquí ». Motos se reía y las hormigas, desde debajo de la mesa, se burlaban de él: «¡Pero si has venido ochocientas veces!». Motos le confesó que le hacía mucha ilusión empezar la temporada con él, y el artista agradeció sus palabras.

Motos rompió el hielo preguntándole qué tal había ido el verano y si había hecho surf, en referencia a una publicación en Instagram del músico. «He hecho lo que yo he criticado siempre», confesó Pablo López, «me puse una foto en el Instagram con la tabla con la que conseguí cero likes . Luego fue una ruina absoluta, pero la foto quedó bien».

Estas semanas López continúa con su gira de conciertos, que terminará el 16 de septiembre en Ibiza . «Esta gira solo podía acabar en Ibiza», dijo riéndose, «tocaremos seguro, pero luego como es una sitio de fiesta pues...». Motos quiso saber si había salido mucho de fiesta preguntándole si se había acostado tarde este verano. «Depende de cómo se mire, este verano me he estado acostando temprano », respondió socarrón. Sobre sus horarios de sueño, contó que ese mismo día se había «levantado a la 1, comí a la 1 y seguí durmiendo hasta las 7, por los nervios de venir aquí».

Ahora el artista está ofreciendo un espectáculo llamado «Concierto 360», en el que una parte de la recaudación es donada a causas benéficas ». La gente le puede pedir canciones durante el concierto y Motos le preguntó si alguna vez le había pedido alguna de King África . «No, ¡y no dés ideas!», le previno López.

El presentador le comentó entonces que había oído que en casa del músico «hay más gente que en el Primark de Gran Vía». En alguna ocasión, contó Motos, «amigos comunes me han presionado para ir a fiestad en tu casa, y yo tenía miedo de que aquello acabase a las 6 y fuese demasiado fuerte». López negó la mayor y desmintió los rumores que corren sobre las juergas en su casa : «Lo que allí hay es gente escuchando música, y estamos muy cómodos. No tenemos serpientes ni peleas de barro, son reuniones de amigos».

«¿Y eso cómo acaba?», quiso saber Motos. «Nunca acaba» , contestó el músico, «siempre se queda el final abierto». A modo de conclusión, Motos quiso que quedase «bien claro que Pablo Motos no monta fiestas en su casa, ¡se montan solas!».

Luego ya salieron a la palestra Trancas y Barrancas, que empezaron la temporada recordando una de las modas del verano: la FaceApp . Más tarde Motos y López se enfrentaron en un peculiar duelo al piano, fueron testigos de un experimento de física cuántica y terminaron abrazándose con mucho sentimiento.