Macarena Olona arremete contra Vox: «No es el partido de 2019 ni a nivel ideológico ni a nivel empresa»

La exportavoz del partido de conservador en el Congreso prometía una entrevista en la que no dejaría títere con cabeza, y así fue. «Si alguien en Vox tiene la impresión de que no se puede salir del partido ni del macho alfa sin pedir permiso ni autorización, conmigo se ha equivocado de cojones. Alguien se ha equivocado mucho si piensa que soy de las que se deja utilizar como saco de boxeo», advertía con rotundidad.  

¿Ha descubierto ahora que en Vox hay nazis? ¿Hay comportamientos mafiosos dentro del partido? ¿Si todavía fuese diputada de Vox estaría hoy aquí sentada? ¿El partido tiene comportamientos mafiosos? ¿A qué se refiere cuándo dice que está viviendo un 'Vox History X'? En estos y otros jardines se metió la política alicantina en su charla con Évole.

Tal es así que lo visto y oído en   'Lo de Olona ' dejó impresionado al propio presentador. Él mismo admitió, anonadado, que no hubiera pronosticado jamás un arranque de entrevista en el que la invitada reconocería en Julio Anguit a a uno de sus referentes políticos, y que incluso había reproducido de extranjis los discursos del malagueño en sus comparecencias en el Hemiciclo. «Era un hombre auténtico que excedía con muy mucho las siglas», argumentó.

Olona justificó haber concedido ahora una entrevista en una cadena que criticó ferozmente durante su permanencia en Vox . Afirmó que el partido sufre manipulación mediática, si bien entonó el 'mea culpa' por señalar a determinados periodistas . «Cuando era diputada estaba sometida a una disciplina que determinaba que todos mis actos pasaran el filtro del responsable de comunicación». Ahora –continuó– «es cuando puedo tomar mis propias decisiones» porque considera que «camina en libertad». «Y mi forma de relacionarme con los medios es distinta».

La exdiputada de la formación conservadora explicó haberse sentido traicionada, a pesar de que dejó una notable impronta en el partido liderado por Santiago Abascal. «Me marché de Vox porque tenía claro que iban a apagar mi voz. Era un obstáculo para el partido. He salido de una trinchera, que es ese Congreso».

Se sintió, en definitiva, traicionada. «La primera (traición) que identifico clara es después de las elecciones andaluzas, cuando veo determinadas filtraciones de la campaña que venían de la sede de Vox . Se filtraron mentiras que hacían ver que había sido un fracaso por responsabilidad mía», contó. Hubo quienes le advirtieron que liderar la candidatura andaluza fue solo para que no hiciese sombra a otros compañeros.

El peaje que ha pagado por dejar el partido es convertirse en el epicentro de amenazas, bulos e insultos. «Que se estén reuniendo con periodistas y personas relevantes para decir que estoy loca y tengo problemas de salud mental es muy injusto», lamentó la invitada de 'Lo de Évole' .

Además, Olona comentó que el partido ha cambiado mucho desde su creación. «No es el de 2019 ni a nivel ideológico ni a nivel empresa». Como ejemplo se refirió a los más de 4 millones de euros que Vox trasvasó a la Fundación Disenso, presidida por el propio Abascal, dejando en evidencia la falta de transparencia del partido. La alicantina afirmó que si fuera dirigente o votante de la formación pediría saber qué se esconden dentro de la partida ‘Otros gastos y servicios exteriores’. «En la cuenta de ‘putas y varios’ se suelen esconder las maldades», insinuó.

Quiso, no obstante, quitar responsabilidad a Abascal, afirmando que «de Santi solo puedo decir que es una buena persona, pero tiene limitaciones». Sin embargo, se negó a responder a la cuestión de si existe democracia interna en Vox. «No puedo poner en riesgo el proyecto abonando un terreno que podría ser utilizado para activar el proceso de ilegalización de esa formación por incumplimiento de un mandato constitucional».

Aunque sí dio ejemplos que a Évole le sugirieron comportamientos en cuanto al uso del dinero público de Vox que podrían ser constitutivos de delito. «A dos diputados de Murcia les echaron del partido. Fueron a juicio y ganaron porque quedó acreditado que actuaron conforme a la ley cuando se negaron a que el partido interviniese las cuentas del grupo parlamentario», expuso Olona.

Con algunos compañeros todavía conserva buena relación, si bien no desveló sus nombres para «protegerles». En ese momento aprovechó para comentar la gran división interna que hay dentro de la formación. Según Olona hay dos posturas enfrentadas: una más conservadora y otra más liberal. Ella recalcó que no es de extrema derecha, algo que también defendió sobre el partido. Sin embargo, una llamada la tomó por sorpresa: en ella le sugerían que no volviera a hablar de ello.