María Teresa Campos, la inventora de las tertulias políticas

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Antonio Albert

La periodista, madre de Carmen Borrego y Terelu, nunca quiso hablar de su marido, cuyo suicidio marcó una vida entregada a la radio y la televisión

Aunque estudió Filosofía y Letras (casada, trabajando en la radio como locutora y ya con dos hijas), acabó de periodista. También era feminista. Ahí estuvo su programa radiofónico 'Mujeres 72' en Radio Juventud. «Era de noche y así me dejaban hacerlo». Fue en 1981 cuando apareció de colaboradora en 'Esta noche', el programa presentado por Carmen Maura y dirigido por Tola. También en el 81, por el 23-F, leyó un manifiesto en contra del golpe de Estado y a favor de la democracia y la libertad. Antes había conducido 'POP' en Radio Popular de Málaga, donde podía entrevistar a gente como Serrat. Y estaban los conciertos del Tívoli. Se codeaba con los cantautores. Y se relacionó bastante con Cecilia. 'En 'La tarde' (TVE, 1985) era presentadora. De 1987 era 'Por la mañana'. Del programa de Hermida es uno de los momentos más recordados de su carrera: la falsa bronca entre Campos y Hermida. Luego heredó el programa. De 1990 es 'A mi manera'. Del mismo año, 'Ésta es su casa'. 'Pasa la vida' se emitió del 91 al 96. La sintonía que más recordamos.

A Telecinco se fue en 1996 con 'Día a día'. Hasta el 2004, cuando se marchó a Antena 3 ('Cada día') y llamó gilipollas a Vasile. Pero volvería en 2007 a la cadena de Mediaset con 'El laberinto de la memoria'. Y estos no son más que los más importantes de los programas que presentó, que fueron muchos. De '¡Qué tiempo tan feliz!' (2009-2017), Concha Velasco contó en 2012 que lo veía todos los domingos. «Los sábados no, faltaría más». Y luego vendría el reality 'Las Campos' o ese crepuscular 'La Campos móvil'. También estuvo de colaboradora en 'Sálvame' como defensora del espectador. No se limitaba a las quejas de los telespectadores, que para eso era María Teresa Campos y no Perico de los Palotes, así que metía sus cuñitas.

Undía, harta de que se revolvieran contra ella aseguró que no estaba allí para que le hicieran un «doce del patíbulo» y abandonó el plató después de un rato que justificara el cobro. A la mañana siguiente, Ana Rosa Quintana pidió respeto a 'Sálvame': «Creo que mis compañeros, que son buenas personas, deberían disculparse». En 2008, Ana Rosa había entrevistado a Campos, cuando esta iba a entrevistar a Roldán (ya había vuelto a Telecinco). «¿Yo te caigo mal?», le preguntó Ana Rosa. Acabaron bien la conversación. Quizá a María Teresa Campos le habría gustado que Terelu fuera Ana Rosa Quintana.

Tuvo María Teresa Campos dos vidas, una en Málaga y otra en Madrid. Nació en Tetuán el 18 de junio de 1941, aunque de niña su familia se trasladó a Málaga. Como a cualquier mujer sensata y preocupada por su trabajo, no le gustaba que le recordaran la edad. «Yo no soy María Teresa Campos 73», decía cuando tenía esos años y lo leía en los periódicos como si fuera una película de catástrofes ('Aeropuerto 77'). El asunto de la edad lo tenía muy presente en los últimos años de su carrera. Cada vez que trataban de retirarla sacaba el nombre de Mirtha Legrand, mucho mayor, en la televisión argentina. O el de Nancy Pelosi. Campos también tuvo su momento político. En la Transición se presentó al Congreso por Reforma Social Española como número 3 por Málaga.

En su segunda vida en Madrid, después de haber tenido con José María Borrego una pareja convencional, se sintió libre y disfrutó. «Es que yo he tenido dos relaciones muy largas, una de los 16 a los 40 con mi marido. Y otra de 14 años con Félix Arechavaleta. Lo que pasa es que a los 60 tuve varias que no me salieron bien y duraron poco. A esa edad, cuando la gente ya no liga, a mí me dio por ligar. Que no lo busqué, me salieron. Algunos me gustaron, alguno me hizo daño y alguno estaba loca por quitármelo de encima».

Ya frágil y mayor, en '¡Qué tiempo tan feliz!', la veías andar por el pasillo con zapato bajo y del brazo de alguien. Pero el plató era su Shangri-La. Se transformaba encaramada en los tacones. Hasta que todo eso se acabó. Cojonudita de Málaga. Grande y libre. Decía que una mujer con la cara de Andrés Aberasturi nunca saldría en televisión. Y así seguimos. Teresa no ha dignificado la televisión, la televisión ha sido más digna con ella.