En las entrañas de 'La favorita 1922': El Madrid de época y sus fogones

En esta historia, las protagonistas son mujeres y el núcleo de la trama es la cocina. Elena de Valmonte, una marquesa infeliz y su fiel doncella Cecilia huyen tras un incidente y se reinventan en Madrid. Su pasión por la cocina las lleva a abrir 'La Favorita Bistró', un restaurante que buscan convertir en el mejor de la ciudad. Junto a un equipo de talentosas mujeres. Entre fogones y secretos compartidos, descubren el amor y la fuerza de la amistad, pero también que el éxito exige más que talento y ganas.

Por eso, lo primero que encontramos en el recibidor, con su majestuosa escalera, columnas dóricas y suelos de mármol, es la entrada de un majestuoso restaurante presidido por una enorme cúpula azul que ofrece ambientación de día o de noche gracias a un ingenioso sistema de iluminación. Allí la vida de las protagonistas transcurre la mayor parte del tiempo. «Ayuda una barbaridad toda la escenografía, es un regalo», indica la actriz Verónica Sánchez.

El espacio alberga también las estancias más vinculadas al sector masculino de la época, con paredes forradas con cuarterones de madera vista, suelos de madera y una barra en una estancia circular. También se encuentra allí la zona de servicio, que acoge los decorados para las cocinas, las zonas de repostería y emplatado, la despensa, la zona de lavado y el patio interior. Aquí no hay nada de cartón piedra, todo es real. «No sé cómo no habían desmayos por las calles por la ropa que llevaban, que era la misma en invierno que en verano. Esto da mucho calor», indica Luis Fernández, que protagoniza la serie, mientras se quita una de las chaquetas que lleva puesta en el rodaje.

El objetivo que tanto Bambú como Mediaset tienen en mente es uno: recuperar la ficción de época que tan bien ha funcionado y que recientemente, con propuestas como 'La Promesa' o 'Sueños de libertad' se han recuperado. «Queremos recoger el hueco que dejó la ficción española y que coparon los turcos», asegura Josep Cister.

La vida de los protagonistas no solo transcurre en las cocinas. Al otro lado del set hay otro, en el que graban y hay que guardar silencio. Allí está su casa, un piso antiguo que ha estado abandonado, con sus papeles pintados y zócalos marcados por el paso del tiempo. En total son casi 2.000 metros cuadrados y una fachada que recrea la capital de principios del siglo XX, marcado por el inicio de la construcción de la Gran Vía y que recrea una conocida plaza de época inspirada en la castiza Plaza de Canalejas.