Skam España
Relación tóxica, extorsión sexual y violación: claves de la temporada más reivindicativa de «Skam España»
La serie juvenil de Movistar+ aprovechó el 8M para cerrar su tercer año, en el que su protagonista adolescente se ha enfrentado a las contradicciones de la vida adulta y del feminismo
Óscar Rus
«¿Cómo me ha podido pasar esto a mí? Me sabía la teoría increíble». Así se da de bruces con la realidad Nora ( Nicole Wallace ), la estudiante de Bachillerato y protagonista de la tercera temporada de «SKAM España» (Movistar+). La serie, adaptación de ... la original noruega (2015-17), finalizó ayer tras nueve episodios con la celebración del 8M, Día Internacional de la Mujer , de fondo. El escenario no es baladí, pues sus responsables siempre han subrayado el espíritu feminista de la propuesta, sobre cinco chicas adolescentes, desde su estreno en septiembre de 2018. Tras el debut de Eva ( Alba Planas ) y la secuela de Cristina ( Irene Ferreiro ), este tercer curso ha sido el turno de Nora que, tras romper con el chuleta de Alejandro y a pesar de su conciencia feminista, ha vivido una relación tóxica con el universitario Miquel ( Álex Villazán ), aparentemente un partidazo que acaba dándole gato por liebre. Repasamos las claves de esta tercera temporada con la directora y productora ejecutiva de «SKAM España», Begoña Álvarez , y una de sus psicólogas consultadas, Pilar Ortiz , orientadora de un colegio madrileño.
Una relación tóxica… diferente
Cuenta Álvarez que, tras consultar a los psicólogos de «SKAM» y entrevistar a adolescentes, repararon en su preocupación por las relaciones tóxicas y de control. «Cada vez son más habituales y adoptan nuevas formas con las nuevas tecnologías», explica.
En 2016, la serie original también abordó este asunto a través de la turbulenta relación entre Nora y William, el equivalente noruego a Alejandro. Pero, al igual que sucedió el año pasado con la protagonista Cristina, el «remake» se ha distanciado del material original y ha cambiado el cuento con un personaje inédito: Miquel. «Entendíamos que cuatro años después, aquí en España, las cosas habían evolucionado y teníamos que darle una vuelta. La sensibilidad que hay en nuestro país con las relaciones tóxicas y malos tratos es muy concreta y nos parecía que teníamos que profundizar más, llevarla a un sitio distinto, para que fuese más útil», justifica Álvarez.
He aquí el quid de «SKAM»: es entretenimiento, sí, pero también educación para que «los jóvenes tengan herramientas para luego superar sus conflictos». Durante la emisión del último episodio, serie y plataforma lanzaron una campaña contra la «sextorsión» después de que Miquel amenace a Nora con publicar en Internet fotos de ella desnuda.
Con una experiencia de casi 20 años en el mundo adolescente, Ortiz señala el desconocimiento de los chavales al manejar sus relaciones de pareja, cuyas reglas difieren de las de amistad. «Queríamos trasladarles cómo se va construyendo una relación, cómo va cambiando el pensamiento de la protagonista, adaptándose a la lógica de él y haciendo concesiones que, a veces, van en contra de sus principios».
En esta ecuación, les pareció clave el grupo de amigas, a las que Nora oculta lo que está pasando: « A veces se entra en una relación tóxica por medio del secreto ; da vergüenza contar ciertas cosas y se van encerrando en la propia relación. No comparten con sus amigas lo que está sucediendo de manera espontánea; por tanto, prescinden de otros puntos de vista que les pueda sacar de ahí».
Nora rompe con Miquel tras contárselo a sus amigas, que le animan a dar ese paso. Pero en «SKAM» nada es blanco o negro, pues precisamente es el círculo amistoso y familiar de Nora (su hermana mayor) quien inicialmente la convencen de su idoneidad. «En este tipo de relaciones, lo social te empuja a ellas y, muchas veces, te rescata» , resume la directora y productora ejecutiva.
Un lobo con piel de cordero
Entonces, ¿por qué Miquel y no Alejandro? «En la [versión] noruega, al personaje de William se le venía venir; era un chico con un tormento que luego entendías: había fallecido su hermana pequeña, su núcleo familiar había saltado por los aires y él volcaba en Nora todos esos traumas no superados», recuerda Álvarez. Aquí, Alejandro va más allá del «guaperas, chulazo y castigador», convirtiéndose en un «apoyo precioso» para Nora tras haber madurado.
Al equipo de «SKAM España» les pareció más interesante reflejar el perfil de lobo con piel de cordero. «Al principio de una relación tóxica, no das la cara porque darías un portazo», desarrolla la psicóloga. Miquel es un seductor cuyos cuidados acaban convirtiéndose poco a poco en control ; ejemplo de ello es cuando, nublado por los celos, obliga a Nora a bloquear a su exnovio Alejandro en toda red social.
Pero tampoco querían demonizar al universitario. «Hasta en el malo más malo, buscábamos transmitir que todo aquel que tiene unos comportamientos es por un motivo, unas carencias, un abuso de...» , amplía Álvarez. El equipo no quería caer en el «como es tío, es muy malo», sino transmitir que «en realidad es una víctima de sus circunstancias». Para la directora, «él cree que lo está haciendo bien, que necesita ser cuidado porque ha sufrido tanto que el mundo tiene que ponerse a su disposición, de alguna manera, pero desde el dolor».
La equidistancia y el mito
La ficción –señala Álvarez– no dice si está bien o mal la relación Nora-Miquel, pues su objetivo no es juzgar ni sentar cátedra, sino reflejar «lo que hay» para que cada espectador vaya sacando e incluso modificando sus propias conclusiones; en ocasiones, a la par que la propia protagonista feminista. Sí, se plasma una relación tóxica y de control, pero ella la vive al principio como la más romántica del mundo . Querían desmontar el mito de que solo caen «las tontas, las que se dejan». «Es de las pocas verdades absolutas que tenemos», reconoce la directora.
La hermana mayor de Nora
Otra variación, aunque más desapercibida, ha sido Emma, la hermana mayor de Nora; un personaje que no existe en la original noruega. A través de ella, los guionistas querían abordar el consentimiento y el victimismo. Al principio de esta tercera temporada se descubre que Emma había sido violada por un conocido ; un hecho que, sin embargo, no le impedía seguir saliendo de fiesta y bebiendo ante la desaprobación de Nora. El click para Begoña fue la obra teatral «Jauría» : «Me impactó de tal manera que salí diciendo "tenemos que poner este debate sobre la mesa y reivindicar la libertad de cada persona a vivir las experiencias traumáticas como considere"». La psicóloga Pilar Ortiz señala la «idea esperanzadora» de esta subtrama en la que un personaje, tras una situación traumática, no puede cambiar dicha situación, pero sí cómo la representa y proyecta hacia el futuro.
El cabreo de algunos fans
Todos estos cambios han cabreado a los fieles de «SKAM», deseosos de ver plano a plano la romántica historia de amor de Nora y Alejandro/William. Sus responsables contaban con tal enfado al asumir dicho riesgo. «En las primeras semanas, los fans no sabían cuál era el rol de Alejandro y cuál el de Miquel. Creo que eso les impidió disfrutar y percibir detalles en el momento para construir la historia. Ahora en redes está cambiando la lectura y la perspectiva, y la balanza está inclinándose», admite Begoña Álvarez muy pocos días antes del final.
La conclusión
«Al fin y al cabo, la adolescencia es aprender a pasar a la edad adulta y a enfrentarse a contradicciones», sentencia Álvarez.
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