Así son los errores de «Antidisturbios», según los sindicatos de la Policía

No todos los policías de Baltimore son como retrata «The wire», del mismo modo que la violencia, la extorsión o el asesinato que emplean los agentes del grupo especial de los policías de Farmington responde a un recurso con el que dramatizar la trama de «The shield». Aunque parezca una obviedad, las ficciones, aun basadas en hechos reales, necesitan crear conflictos para entretener, de ahí que los creadores empleen licencias creativas con las que espolear las tramas.

A pesar del esfuerzo por aproximar la realidad de esta unidad de intervención policial al público, «Antidisturbios» no ha sido bien recibida entre los sindicatos policiales, que critican la falta de exactitud de esta ficción y su oportunidad perdida para retratar, de forma veraz, «a profesionales a los que se somete a una gran presión diaria y que garantizan la seguridad ante situaciones delicadas. Personas de honor, abandonadas a su suerte y que, aún así, demuestran el coraje y la inteligencia necesarias para conseguir el éxito en las misiones que se les encomiendan desde hace más de 30 años». Desde Movistar+, por su parte, prefieren no alimentar ninguna polémica , amparados en la calidad de una serie que ha conquistado a crítica y público y cuyo equipo creativo se preocupó de recibir asesoramiento de la Policía.

Con una cuidada puesta en escena y un reparto inmejorable –Raúl Arévalo, Álex García, Vicky Luengo, Hovik Keuchkerian, Roberto Álamo, Raúl Prieto y Patrick Criado–, los seis episodios de «Antidisturbios» retratan a un ritmo frenético las complicaciones que surgen detrás de la malograda ejecución de un desahucio por parte de los miembros Unidad de Intervención Policial (UIP). Más allá de su vocación realista, caen en inevitables licencias creativas, inherentes a cualquier ficción, que muestran «una imagen poco empática y bastante violenta de los agentes» , aseguran a ABC desde Jupol.

«Hay situaciones que vemos que no tienen nada que ver. El tema de los compañeros consumiendo sustancias estupefacientes... está muy metida a calzador esa imagen », abunda el sindicato, especialmente molesto con ese recurso pero también con la agresividad que muestra el departamento policial en «Antidisturbios» : «A pesar de tratarse de una serie de ficción, el hecho de agredir a unos ultras violentos como represalia por un compañero herido... Es impensable. La profesionalidad de los compañeros no les permite actuar de esa manera para vengar una agresión».

En la misma línea se manifiestan desde el Sindicato Unificado de Policía, que incluso aparecen en los títulos de crédito de «Antidisturbios», ya que cedieron material para recrear una dependencia policial con mayor realismo. «Aunque se trate de una serie de ficción, intenta transmitir escenas de realismo, ajustadas a la actividad policial, pero los personajes y su forma de ser y actuar no tienen nada que ver con un profesional de la UIP. Se deja ver que los miembros de esta especialidad policial son personas poco fiables, con adicciones a drogas y alcohol , sin criterio, que intervienen poco menos que presas del pánico, con tendencia a la violencia gratuita, etcétera. Todos esos detalles y su repetición transmiten que el orden público en España está en manos de funcionarios poco cualificados, personalmente inestables y cuyo trabajo incurriría, en no pocas ocasiones, en excesos», denuncian desde el SUP en conversación con ABC.

« Todo eso es falso . Ningún policía de la UIP interviene presa de los nervios porque disponen de una formación permanente, todo el año, que les entrena en lo teórico y en lo operativo para enfrentarse a cualquier intervención sabiendo perfectamente qué hacer en cada caso», inciden desde el sindicato, desde donde manifiestan que «todos los especialistas en orden público, los actuales y los que han estado destinados en la UIP en el pasado, no se reconocen en esa serie. La diferencia entre lo que recrea Antidisturbios y la realidad en la que se supone que se basa es tanta que creemos que ha sido un fracaso a la hora de reflejar el trabajo policial ».

En este sentido, Jupol denuncia la distorsión de este cuerpo de Policía, inexplicable a su juicio después del proceso de documentación de Sorogoyen, que se apoyó en el relato de varios antidisturbios, entre otros aspectos técnicos del rodaje. «No entendemos cómo el director no ha reflejado las carencias con las que trabajan a diario los más de 2.000 agentes de la UIP, el exceso de horas lejos de su entorno familiar y las presiones que tienen que soportar».

«La obligación moral del guionista es tomarse muy en serio esa parte de la investigación» , apuntaba Isabel Peña a Fernando Muñoz en una entrevista con ABC . «Hemos hablado con antidisturbios y descubrimos cosas muy jugosas y otras tan obvias como que son personas normales y corrientes», dijo por su parte Sorogoyen, que ha concedido entrevistas junto a policías durante la promoción de la serie.

A pesar de las críticas, que califican de «basura» la serie «Antidisturbios» por «manchar» la imagen de este cuerpo , el sindicato responsabiliza de «las falsedades vertidas a la Dirección General de la Policía, cediendo instalaciones y espacios de las Unidades de Intervención Policial para hacer escarnio de ella y sus miembros. Todo aquel que viste este uniforme, desde el primero al último, se sienten ultrajados por la imagen ofrecida». Así, el SUP ha exigido explicaciones para «determinar qué responsabilidades ha habido en la DGP y actuar en consecuencia, porque la imagen del Cuerpo ha quedado en cuestión».

Una de las grandes apuestas de la ficción española, «Antidisturbios», aplaudida por la crítica tras su proyección en el Festival de San Sebastián, ha terminado siendo víctima colateral de una guerra interna. Además, desde Jupol señalan al vicepresidente del Gobierno por sus declaraciones sobre estas unidades, en las que ven «una clara intención de desprestigiar a la unidad de intervención policial». «No sabemos con qué fin, pero no se atiene para nada a la realidad», denuncian.