«Amar es para siempre» cumple dos mil episodios: Los Asturiano recuerdan cómo consiguieron su papel

«Se habla de cifras y yo lo que veo es una vida que ha pasado. Nos han pasado muchísimas cosas», cuenta por teléfono a ABC Itziar Miranda. Ella se quedó embarazada de sus dos hijas, de 4 y 6 años ahora, durante el rodaje del serial y ambas han salido en pantalla haciendo de hijos de Los Asturiano, la familia que regenta el bar de la –cambiante– Plaza de los Frutos. La cosa acabó cuando las niñas querían ver «Peppa Pig» en la televisión de El Asturiano. «Estaba con la lactancia materna y los dos primeros años me las llevaba allí; teníamos que parar para que yo les diera el pecho», recuerda la actriz zaragozana, que empezó en televisión con un papelito en «Periodistas» como canguro del personaje de Belén Rueda .

En ambos embarazos trabajó hasta el último día: «Con la primera se me adelantó y casi me puse de parto en El Asturiano; con la segunda también y se me quedó pendiente una secuencia, la boda de mi mejor amiga Benigna [ Anabel Alonso ]». Propuso entonces grabar por si acaso una secuencia en la que Manolita le decía a Benigna que no podía acudir a su boda porque sus hijos se habían puesto malos. Y acabaron emitiéndola.

«Es la única vez que en mi vida no he hecho casting ; era un personaje tan pequeño e iba a durar pocos capítulos en una serie cerrada de ochenta», recuerda Itziar Miranda. Había hecho otra prueba «muy larga» para una película de la misma productora de «Amar» y quedó finalista; así que cuando surgió el personaje de Manolita, la novia del tabernero (Baqueiro), se lo dieron. «Fíjate tú qué cosas, y llevo toda la vida aquí metida», repara la actriz, que este año ha salido en la serie aragonesa «El último show» . Ella –matiza– sigue presentándose a pruebas.

En «Amar» ha coincidido hasta con su marido, Nacho Rubio ; y a Manuel Baqueiro le pasó lo mismo con su hermano, Alfonso Bassave , con quien coincidió durante la primera temporada en Antena 3 junto a otros «colegas» como Ángela Cremonte y Asier Etxeandía . También coincidió en la cuarta parte (2015) con Javier Pereira , con quien había compartido piso cuando empezó en «Amar en tiempos revueltos» allá por 2005.

De hecho, Baqueiro entró en «Amar en tiempos revueltos» para sustituir a un actor que no había convencido a los jefes. Él se iba a ir a Nueva York a estudiar Arte Dramático (y a vivir la vida) con el dinero que había ganado haciendo una serie autonómica, «Capital» , pero su representante le llamó: «Llegué en pelotas y tenía que hacer siete secuencias con un personaje que yo había construido; vino un director y me dijo "Es un tipo noble y que ve la botella medio llena", y con esto empecé a grabar. Pasé una semana de infierno porque se tenían que recuperar los cuatro o cinco capítulos grabados con el otro actor». Cuando llegó a maquillaje se enteró de que su novia en la ficción, la del pueblo, sería Itziar Miranda («Izi», para él) con quien había rodado un cortometraje de Rodrigo Sorogoyen , «Pareja».

Tras quince años de serie, a Manuel Baqueiro no le extraña que le llamen Marcelino por la calle. Hasta José Antonio Sayagués , a veces, llama Marcelino a su hijo Daniel: «Tengo dos hijos; uno en la ficción, que es maravilloso. Y otro en la vida real, que también es maravilloso».