'Alba' no es 'Fatmagül', ni tampoco el caso de La Manada

Trasladar al Levante español la acción –una joven es violada por un grupo de chavales–es una manera de homenajear a la ficción turca. Se mantiene la historia de amor 'imposible' y el deseo de justicia por parte de la protagonista. Santamaría cree que a los espectadores les vendrá a la cabeza casos mediáticos españoles como el de La Manada, aunque no sea una recapitulación de este. «Esto es ficción, pero está bien documentada. Se ha hablado con víctimas y jueces para ver cómo son los procedimientos judiciales. Nosotros no planteamos el debate, pero sí contamos los hechos y la lucha de esta chica para que se haga justicia», avanza el productor ejecutivo de 'Alba'.

«Esta serie no intenta dar lecciones, ni es pretenciosa; se muestra una realidad de la vida», defiende Elena Rivera. La actriz confía en que esto sirva para cambiar el chip de algunos jóvenes. «La gente está muy concienciada con el tema ahora, pero no ha habido una ficción en España donde se pueda ver el día a día de la persona», añade Masip. Hace un año, Atresmedia también estrenó 'Mentiras' , un thriller y adaptación de la británica 'Liar', donde una cita entre una profesora y un cirujano acaba en violación. En 'La otra mirada' (TVE, 2018-19) hay también una trama que recuerda a la de 'Alba'.

Con la adaptación española de 'Fatmagül' , la productora Boomerang TV quería hacer una serie «femenina» y es por eso que quien investiga el caso hasta el juicio y quien luego defiende a la protagonista son dos mujeres, interpretadas por Pepa Gracia y Ana Wagener (entra a partir del sexto episodio). Estuvieron tentados de que fuera una jueza, pero se decantaron finalmente por un juez por una cuestión de trama.

Irán más allá del juicio para mostrar que «esa chica tiene que levantarse y seguir conviviendo con ello» y también cómo afecta a la comunidad (similar a lo que ha hecho 'La caza. Tramuntana' ). Tampoco se recrearán en la violación, mostrada brevemente en flashbacks , así que a medida que avance la temporada de 13 episodios surgirán otras subtramas que 'oxigenan' la trama principal, como la corrupción urbanística y esa familia poderosa encabezada por Tito Valverde y Adriana Ozores como abuelo y madre de uno de los chavales acusados.

Que la trama transcurra en el Mediterráneo aporta luz a la textura de la imagen y también al devenir esperanzador. «No queríamos hacer una serie excesivamente cruda, pero obviamente lo que relatamos es terrible. No habrá una secuencia de ocho minutos con la violación completa, pero sí se descubren pistas a lo largo de los capítulos que hacen cambiar la perspectiva de lo que sucedió esa noche», amplía Santamaría. Uno de los giros del primer episodio, heredero de 'Fatmagül', es que el novio de la protagonista (Eric Masip) está presente en la escena del crimen con sus tres amigos.

La protagonista de 'Alba' está concebida como una heroína por lo que lucha, pues tiene que demostrar que sí fue una violación y ella no es la culpable. Y su actriz protagonista tiene mucho que ver en ello. «Para nosotros era muy importante escoger a Elena Rivera. Es una chica muy guapa, pero no es una 'sex symbol'. Puede ser tu hermana, tu novia, tu prima. De hecho, en la serie aparecen chicas más 'espectaculares'. Elena sí tiene ese ángel que el espectador pueda empatizar con ella; tiene mucha cercanía. Es una tía normal y eso da veracidad porque esta es la vida real», sentencia Luis Santamaría.