Alejandro Monteverde, director de la polémica 'Sound of Freedom': «Vivimos en una sociedad tribal»
El cineasta vuelve a trabajar con la distribuidora Angel Studios con 'Una mujer italiana (Cabrini)', película sobre la épica de la monja italiana en Estados Unidos
Crítica de 'Una mujer italiana': La fortaleza de una monja solidaria
Madrid
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Iniciar sesiónFrancesca Cabrini nació para luchar. Por su vida, posponiendo una muerte inevitable por las «secuelas de la tuberculosis», para poder salvar la del resto. Contra los hombres, que la ninguneaban por ser mujer, y contra los norteamericanos, que la despreciaban «como un animal» por ... ser italiana. Terminó ganándose el favor de todos, convertida en patrona de los inmigrantes, la primera santa estadounidense y también la primera mujer al frente de una orden religiosa, frente a la cual abrió una red de hospitales en todo el mundo y se apiadó de los más vulnerables, pobres y huérfanos que habían emigrado al Nuevo Continente pero vivían en las cloacas de Five Pints como ratas, según señaló un artículo del New York Times de la época.
'Una mujer italiana (Cabrini)', que se estrena este viernes en cines, cuenta las mil y una batallas de la monja que fundó la congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús en el siglo XIX. «No quería hacer una película religiosa. Quería hacer una película que celebrara el poder de la mujer universal. Era hacer 'Gandhi', que su hábito no interviniera en su misión», reconoce el director de la película, Alejandro Monteverde.
El cineasta afirma que no quería «dividir a la audiencia» centrándose en la faceta religiosa de la monja Cabrini –la palabra Jesús se menciona una sola vez–, aunque su anterior película, 'Sound of Freedom', fue un éxito de taquilla precisamente porque polarizó a la sociedad. «Me gusta hacer un cine con significado. Mi pasión es encontrar temáticas que son tabú, que la gente no quiere hablar de ellas. Como en el caso del abuso sexual de niños», explica Valverde en una entrevista a ABC.
Sorprende la decisión de intención de despojar a la película 'Una mujer italiana (Cabrini)' de su faceta religiosa, más aún cuando vuelve a estar detrás Angel Studios, una distribuidora cristiana responsable de otro fenómeno como 'The Chosen', la serie sobre Jesucristo que arrasó en Estados Unidos. Claro que imitar la exitosa campaña de marketing de 'Sound of Freedom' –según seguidores trumpistas y el movimiento QAnon, las élites intentaron boicotear y censurar su estreno– podía ser tentador, no en vano el anterior filme de Monteverde recaudó más de 182 millones de dólares.
Insiste el director mexicano en que cree en un cine «que cree puentes, no que separe». «Vivimos en una sociedad tribal. Ya ni siquiera se pueden tomar un vino con quien se está políticamente en desacuerdo», cuenta.
En 'Una mujer italiana', en cambio, el antagonista sí termina brindando con la monja Cabrini, rendido al coraje de una mujer a la que le dice, según recoge la película y también la biografía sobre la religiosa, que qué pena que no fuera un hombre. «Era una guerrera que ququería hacer un cambio social. Creó un imperio enorme, uno independiente, sin nada que envidiar al de Rockefeller», zanja Monteverde.
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