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ABC Cultural

Los muertos vivientes de Jarmusch alegraron la inauguración de Cannes

La nueva película del director de «Paterson» exprime toda la ligereza y broma a ese asunto tan conspicuo de la eutanasia al revés

Jim Jarmusch, en la presentación de «Los muertos no mueren» en Cannes
Oti Rodríguez Marchante

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Entre al género que entre, sea wéstern, terror, melodrama o musical, Jim Jarmusch lo hace todo tan a su modo, se pone él tan delante del género, que lo desmorona por completo y lo deja reducido poco menos que a «tics». En «The ... dead don’t die», que es, por resumir, una película de apocalipsis zombi, pasa exactamente lo mismo, que huele tanto a Jarmusch como aquellos cortos chorras de «Café y cigarrillos». En su película anterior, «Paterson», exprimía a su cine una profundidad y un peso insólito y cercano a lo poético, aquí, en «Los muertos no mueren», hace más bien todo lo contrario: exprime toda la ligereza y broma a ese asunto tan conspicuo de la eutanasia al revés. El argumento, levísimo (los muertos salen de sus tumbas, y poco más), ocurre en un pueblo perdido y con el paisaje habitual del cine de Jarmusch: Bill Murray, Tilda Swinton, Steve Buscemi, Adam Driver, Tom Waits…, y hasta un Iggy Pop al que apenas habrán tenido que maquillar para su papel de zombi.

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