Muere Antonio Gasset, la voz de la crítica de cine en España

Sobrino segundo del filósofo José Ortega y Gasset, Antonio Gasset también participó como actor en la película 'Un, dos, tres... al escondite inglés', en 1970, y, nueve años después, en 'Arrebato', de Iván Zuloeta, donde además ejerció de montador. Repetiría en este rol en 'Gary Cooper que estás en los cielos', dirigida por Pilar Miró, y también probaría suerte como guionista ocasional, aunque fue delante de las cámaras, analizando todo tipo de películas en Televisión Española, donde realmente se convirtió en uno de los grandes nombres de la cultura en España.

Reconocido por la Academia de Cine con el Premio de Comunicación Alfonso Sánchez en 2011 , Antonio Gasset estuvo al frente del programa cinéfilo de la cadena pública durante trece años, desde 1994. Sucedió como director de 'Días de cine' a César Abeytua, creador del programa tres años antes, y la actriz Aitana Sánchez-Gijón le acompañó en el periplo semanal como presentadora. Un año después de su llegada al programa asumió también el papel de presentador, que mantuvo hasta 2007, cuando se acogió al ERE de RTVE y dejó su puesto como director y presentador de 'Días de cine', cargo que asumió Gerardo Sánchez en 2008.

Su sucesor despidió en Twitter a Gasset, a quien llamó el «irresponsable director» de 'Días de cine', y recordó una de las frases míticas que solía decir en el programa cinéfilo: «Los idiotas serán siempre idiotas, proyectemos lo que proyectemos».

Desde RTVE también quisieron recordar a Antonio Gasset, que tantos buenos momentos regaló a la cadena pública. Como sus famosas entradillas, cargadas de ingenio, que han recopilado en un vídeo que capta la esencia del popular divulgador. Definió 'Días de cine', con ácido sentido del humor, como un programa dedicado «a entretener a víctimas de insomnio, noctámbulos, parejas en crisis, politoxicómanos e incluso a algún aficionado al cine», y no dudó también, durante sus trece años al frente del espacio cultural, en bromear sobre su persona e incluso sus cortes de pelo, como cuando dijo a cámara: «Mi cabeza ha pasado de forma drástica por la peluquería».

En una entrevista con ABC , el divulgador reconoció que programas como 'Días de cine' existían porque «la televisión pública siempre ha tenido un comportamiento serio al enfrentarse a lo que es un programa de cine». Olvidó decir que también lo hacían gracias a gente como él, profesionales sin pelos en la lengua que estandarizaron un sentido del humor y una fina ironía muy apreciada por los espectadores, a pesar de que la cadena relegara su programa a la madrugada.

Bajo su dirección, el programa logró el premio de la Academia de la Televisión al mejor programa divulgativo (2002) y una mención especial de los Premios Ondas en 1997.