Milei y la 'Nada'

Luis Brandoni es más serio que el candidato argentino

El día que Robert de Niro aprendió a comer en Argentina en la serie 'Nada'

23/10/2023
Actualizado a las 19:24h.

Nadie se toma en serio a los graciosos, por eso hay quien aprieta los carrillos y dice las cosas con tono muy grave. Es la única forma que tienen algunos de conseguir que les escuchen: mezclar esa mirada al infinito de Bunbury con la boca ... de piñón de Pablo Motos. Y así, aunque lo que digan sea tan absurdo como que el Ministerio de Ciencia adoctrina, les hacen un rato caso.

Ha ocurrido en Argentina. Desde allí llegan los ecos de un personaje con un aspecto desacoplado de su edad y un discurso fuera de su tiempo. No es, por supuesto, Milei, muy alejado de estas páginas; se trata de Luis Brandoni, sin duda mucho más interesante que el candidato argentino a la Casa Rosada. Brandoni, veterano actor,tiene ese don inherente a los cómicos de Buenos Aires (aunque no lleven pelucón ni motosierra) que es el tempo. El canto de su acento encuentra en la comedia el ritmo ideal para llegar a la carcajada con apenas dos líneas y un movi-miento de cejas. Lo demuestra en 'Nada', la serie de Disney+ que se ha convertido en el único estreno con algo de chicha para recomendar.

Parece que la ficción se ha demostrado más sensata y realista que lo que tienen que contar Franganillo o Vallés en sus informativos. También más aburrida, con pocas novedades que vayan a resistir en la memoria más de 15 días. Los motivos de la sequía en las plataformas se lo reparten la huelga, la sobreabundancia de mediocridad y una actualidad con más acción que los libretos de Hollywood.

Y aquí volvemos al inicio, a lo de que nadie se toma en serio a los graciosos. En 'Nada', Brandoni interpreta a un crítico gastronómico que deja a Carlos Boyero a la altura de Sor Citroen. Un tipo con más mala leche que gracia, y verdaderamente es muy gracioso. Pero ahí viene el problema. Como es inevi-table soltar una mueca con cada cosa que dice, nadie se fija en el abismo de su vida vacía, solitaria y decadente. Le pasa lo mismo a Michael Scott ('The Office'), un perso-naje tan paródico, tan salvaje, tan genial, que nadie le consi-dera como uno de los mejores escritos (y puestos en escena) de la televisión reciente.

Para estas cosas existe la ficción, que rima con evasión. El del pelucón y la motosierra parece una parodia pero la gente se lo toma en serio, y a una comedia como 'Nada'(5 capítulos de media hora de puro disfrute) la crítica «seria» la ha dejado de lado por el pecado de hacer reír.