Crítica de 'El reino del Planeta de los Simios' (***): Chimpancés buenos, gorilas ambiciosos y humanos callados

Todo el apartado técnico es, lógicamente, excepcional, desde las localizaciones y ambientes a la gestualidad y transmisión de los actores desde allá al fondo de su maquillaje (nostalgia siempre de aquella doctora Zira acartonada que interpretaba Kim Hunter), y el guion tiene perfectamente trazadas sus líneas de interés, tranquilidad, agitación, catástrofe, persecución, descubrimiento, lucha…, con cierta melodía (lejana, sí) en la historia a la cacería de 'Apocalypto' o a la búsqueda de 'Centauros del desierto'.

El peso de la acción recae en Owen Teague, que interpreta a Noa, el joven simio que le va a dar sentido a esta y a las próximas entregas, junto a Freya Allan, Mae en la película y la única humana con carácter y pertenencia a su especie. Entre ambos personajes perfilan lo que es la sustancia de lo que pretenden los guionistas y el director, además de entretener mucho al personal y dirigirse a un último tercio a lo 'Mad Max': ¿puede alguna vez fiarse un simio de un humano?, y lo contrario: ¿podrá un humano considerar alguna vez a un simio como uno más de su comunidad de vecinos? Al comienzo se informa de que un virus global ha vuelto listos a los monos y tontos a los humanos… Bueno, esto no es del todo así, pero tengan cerca sus mascarillas hasta que lleguen las próximas entregas, que llegarán.