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COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

Sumar y restar

Porque de lo que se trata ahora no es de 'sumar', sino de intentar restar votos a los otros, del quítate tú para ponerme yo

Yolanda Vallejo

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Desde que el pasado martes se publicara en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto por el que se convocan las elecciones locales que tendrán lugar el 28 de mayo, hasta que dé comienzo la campaña electoral –el próximo 12 de mayo– estamos en ... eso que llaman periodo electoral; es decir, desde el pasado martes la ley prohíbe expresamente la inauguración de obras, por ejemplo, y tampoco está permitida la propaganda política en ningún formato que pueda distorsionar el juicio objetivo y transparente del votante –para entendernos, está prohibido pedir de manera directa el voto– de cara a las próximas elecciones. Tal vez por eso, comenzamos ahora la parte más fascinante de la campaña política, la que no se hace ni de palabra, ni de obra y, por tanto, la más difícil. Cualquier declaración, cualquier gesto puede ser utilizado en contra de quien lo hace, o lo que es peor, podrá ser utilizado en su favor, como se ha podido comprobar durante de la Semana Santa en la que, hasta el ateo más recalcitrante se ha dejado caer por las iglesias o por los recorridos procesionales en busca –quién sabe– de un voto que le garantice no tener que hacerlo durante los próximos cuatro años.

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