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Cardo máximo

Como siempre

Lástima que enfrente no hayan tenido ni el Ministerio ni Adif a un alcalde dispuesto a batirse el cobre por sus conciudadanos

Javier Rubio

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La noticia desvelada ayer sobre el maltrato del Ministerio de Fomento a Sevilla con la reordenación de los suelos aledaños a la estación de Santa Justa no es nueva. Me atrevería a decir que no es ni siquiera noticia puesto que no interrumpe o altera ... el orden natural de los acontecimientos, como nos enseñaban en la escuela de periodismo: lo normal es que Sevilla se convierta en caladero donde pescar plusvalías urbanísticas por parte de los grandes tenedores de suelo, a los que nunca les ha importado lo más mínimo la ciudad que dejaban tras de sí. Eso es la ciudad inevitable, la única posible que se abre paso entre los intereses particulares de espaldas al bien común. Esta voracidad por el aprovechamiento de los desarrollos urbanísticos no distingue ni a derecha ni a izquierda, pero tiene un elemento común en el desprecio con que desde Madrid se mira a la ciudad.

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