Suscríbete a
ABC Premium

LA TRIBU

Civiles

Ahí está el romance, recitado en la entrega de unos hombres y mujeres sin los que España no dormiría tan tranquila

La labor de la Guardia Civil en casos como el de Gabriel Cruz ha sido intachable EFE/CARLOS BARBA
Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Queda muy lejos lo de las calaveras de plomo, muy lejos. El nuevo romance de la Guardia Civil no tiene más octosílabos que la diaria entrega, el diario celo, el diario afán de servicio. Cuando vi cómo le temblaban los labios al comandante que hablaba ... para la televisión de cómo fue el caso de Gabriel, ese niño asesinado en Níjar, y de cómo reaccionaron abrazados y llorando los guardias civiles que hallaron el cadáver del crío, y al ver cómo al comandante se le empezaban a humedecer los ojos cuando dijo: «¡Es que somos humanos…!», me acordé de las calaveras y del alma de charol, y celebré que los hombres que integran hoy la Benemérita Institución sean hombres comprometidos con nuestro tiempo y con nuestros problemas, nada que ver con el pasado lejano y oscuro de hace casi un siglo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia