el contrapunto
Sánchez suelta a la jauría
El caudillo socialista está engordando deliberadamente a Vox para utilizarlo como espantajo cuando lleguen las elecciones
Escenas de matrimonio en la Moncloa
Doble acierto de Núñez Feijóo
La violencia desatada el domingo en Madrid por la turba que logró reventar el final de la Vuelta Ciclista a España nada tenía que ver con Gaza ni con Israel. Ese era el pretexto esgrimido por los cabecillas, que algunos participantes en los incidentes llegarían ... a creer de buena fe; la bandera enarbolada en esta ocasión por esa izquierda bien pensante que celebra el asesinato de Charlie Kirk, apelando a su condición de 'fascista', o justifica la matanza de civiles perpetrada por los terroristas de Hamás el 7 de octubre de 2023, incluida la violación sistemática de mujeres, porque las víctimas eran ciudadanas del abominable Estado sionista. Los motivos reales que llevaron al presidente del Gobierno a mostrar horas antes su «admiración» por los bárbaros que desde hacía días venían poniendo en peligro la seguridad de los ciclistas y jalear los incidentes preparados para esa misma tarde en la capital eran de índole interna, interesada, espuria, bastarda. Pedro Sánchez estaba soltando la correa a la jauría cuyo cometido es distraer la atención del público de los verdaderos problemas que afectan a los españoles y van desde la falta de vivienda o los sueldos de miseria a la corrupción en la que chapotean su propia familia y colaboradores más cercanos. En su desesperación por aferrarse al poder a cualquier precio, el caudillo socialista ha optado por recurrir a la 'kaleborroka' que con tanto éxito practicaron en el País Vasco sus socios de Bildu/ETA auxiliados por el PNV. Tal vez haya recibido clases particulares de su querido Arnaldo Otegi, que de eso sabe un rato. Incendiar la calle es su especialidad. Y si no resulta suficiente, siempre puede recurrirse a la agresión directa contra los más molestos. Ya encontrarán algún tertuliano de RTVE, la pública catalana o la cadena de radio amiga dispuesto a explicar a la audiencia los beneficios de esos actos
Lo acontecido en la Vuelta es un anticipo de lo que nos espera cuando las urnas liquiden el mandato de este indeseable, a la vez que un intento patético de impedir ese desahucio. Sánchez se sabe sentenciado por los electores. Lo certificaba ayer una vez más la encuesta publicada por ABC, que arrojaba otro dato clave para poner en contexto esta polarización creciente azuzada desde la Moncloa. Cuanto más se crispa el ambiente, cuanto mayor es la provocación de charlatanes ineptos como el ministro Óscar Puente, cuanto más arrecian los ataques oficiales contra los jueces que hacen su trabajo, más se divide la derecha y crece la intención de voto de Vox, que es exactamente lo que conviene al PSOE. Sánchez está engordando deliberadamente al partido verde con el fin de utilizarlo como espantajo cuando lleguen las elecciones. Lo cual debería servir de acicate suficiente para que Feijóo y Abascal dejen de pelear entre sí y ofrezcan una alternativa sólida al sátrapa que nos gobierna.