EL CONTRAPUNTO
Feijóo vuelve a equivocarse
Díaz Ayuso, privada de protagonismo en el congreso del PP, es la más capacitada para plantar cara al sanchismo
Ábalos tira de la manta... poco a poco
El Gobierno convierte Barajas en una chabola
Alberto Núñez Feijóo no es responsable de que el PP se partiera en tres, abriendo con ello las puertas a esta oscura era de Frankenstein. Esa culpa recae sobre Mariano Rajoy, cuya desidia frente al legado de Zapatero basta para explicar la catástrofe. Su Gobierno ... evitó el rescate (a la vista de cómo va Portugal, tal vez habría sido preferible que no lo hiciera) pero no derogó una sola ley ideológica, ni revocó el proceso de negociación con ETA, ni tampoco plantó cara al golpe en Cataluña hasta que fue demasiado tarde y después de haber intentado por activa y por pasiva la vía del apaciguamiento que la historia revela inútil. De ahí que sean tan inquietantes los rumores referidos a un regreso de los 'sorayos'. Si esa es la fórmula que se baraja para rearmar al partido, el fracaso está garantizado. Porque el desafío que se enfrenta la formación de la gaviota no está vinculado con la preparación de sus líderes ni mucho menos su habilidad para el pasteleo, sino con su capacidad de penetración en amplias capas de la sociedad, sus dotes de comunicación, su claridad en el mensaje, sus convicciones y su coraje. Esos son los ingredientes requeridos para dar una batalla ganadora a Pedro Sánchez.
Más allá de los rumores, los nombres ya conocidos para asumir el protagonismo en el congreso convocado en julio tampoco resultan tranquilizadores ni apuntan en la dirección correcta. La exclusión de Isabel Díaz Ayuso de la ponencia política y de cualquier otra función de peso en dicho cónclave constituye una toma de posición clara contra el liberalismo que ella encarna y también contra la disposición a plantar cara al sanchismo de frente y sin complejos. O sea, lo que piden a gritos la militancia popular y todos los españoles hartos del deterioro democrático causado por el caudillo que nos gobierna. ¿Es que tienen miedo a la presidenta madrileña? ¿Son celos? ¿O al gallego no le gusta el modelo que la ha llevado a obtener el respaldo abrumador de la ciudadanía en la comunidad autónoma más próspera de España?
Núñez Feijóo no provocó la ruptura del PP en tres, pero sí tiene la obligación de reunificar lo que se quebró y se equivoca de camino. Ciudadanos no es el problema; se suicidó al traicionar a buena parte de su electorado negociando con el PSOE aquellas mociones de censura fallidas. Quedan por reabsorber los millones de electores que se refugiaron en Vox, defraudados ante la deriva de un supuesto centro derecha cada vez más carente de principios, más proclive a validar los dogmas sagrados de la izquierda y más temeroso de entablar el combate de las ideas. Esa es la gente a la que hay que atraer de nuevo si se quiere conformar una verdadera alternativa. Y Ayuso ha demostrado ser la más capacitada para hacerlo.
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