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Una raya en el agua

Progreso sin progresistas

Para el pensamiento binario, las cosas son malas o buenas en función de unas etiquetas ajustadas al sesgo de sus ideas

Elefantes en Palacio

La nación anómica

Ignacio Camacho

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DEVUELTOS los rehenes israelíes que quedan vivos, llegados los primeros camiones de ayuda humanitaria y rubricado el acuerdo de paz (quizá resulte demasiado ambiciosa esa palabra), aún no hay constancia de la satisfacción de la izquierda y la extrema izquierda españolas por el cambio de ... la situación en Gaza. Sánchez sí se ha manifestado, aunque un poco a rastras y para no quedarse descolgado después de aprobar en la víspera del armisticio un embargo de armas que demostraba que no se había enterado de nada. Y Albares lo ha secundado sacando pecho de unas gestiones imaginarias. Pero los socios, entre ellos cinco ministros, los sindicatos y demás sectores sociales de apoyo al Gobierno continúan mostrando una contrariedad muy poco disimulada. Algunos incluso se empeñan en mantener la huelga convocada para reclamar el cese inmediato de la matanza. El buen progresista nunca permite que la realidad le estropee un postureo de consigna y pancarta.

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