El chantaje continúa

Digo bien alguna de las cosas. Todo lo que reclama Junts no se puede conceder aunque quiera el chulángano que preside el Gobierno. De poder hacerlo, nadie dude que lo haría: ¿qué son la financiación con cupo, el catalán en Europa, un referéndum sobre la independencia o cualquier otra menudencia ante el poder estar instalado en Moncloa hasta 2027; no muy cómodamente, pero instalado?. Solo hay un inconveniente: la Constitución no le deja. No le deja prestar o ceder asuntos que afecten a la unidad territorial de España, a las competencias que son exclusivas del Estado y que organiza la Administración central, a la solidaridad de los territorios para el reparto sensato de los recursos y así. Y no puede desmontar el Tribunal Supremo como quisiera, ni sus sentencias ni sus 'euroórdenes'. Se podrá hacer fotos con Puigdemont incluso en Waterloo, podrá asegurar que no se normaliza Cataluña hasta que el muchacho pueda comerse una butifarra en su pueblo, pero no puede aplicar la amnistía a su gusto y forma. Lo cual es algo que Junts sabe pero no entiende. Claro que saben que Sánchez no puede hacer lo que le piden, pero forma parte de la 'performance' para los suyos, esa gente que se cree con derecho a todo de forma inmediata. ¡Si dieron un golpe de Estado porque creían que su sola voluntad era suficiente para torcer el ordenamiento legal de España y para despreciar lo que dictaminaban los jueces! Lógicamente, quien así actúa –y avisa que volverá a actuar– piensa que todo es posible si se quiere.

Así que el chantaje continúa y cada uno a lo suyo. Sánchez 'tendiendo la mano' y los de Junts con cara de asco haciéndose los desagradables, para lo cual, todo sea dicho, no tienen que esforzarse en demasía (cuando aceptas un chantaje sabes que tendrás que aceptar otro más, y otro, y otro). Para ellos tampoco es fácil explicar que han roto pero que no provocan un adelanto electoral, que sería lo consecuente. Cuando alguien rompe, rompe; pero los golpistas catalanes están en teatralizar, obtener algunos beneficios y alargar la situación dando tiempo, que es lo único que preocupa al pollo de Moncloa. Ahora cambian al negociador que le pasa la mano por el lomo a Puigdemont, retiran a Zapatero y sale al campo Gracita Bolaños a ver si hay suerte. Unos y otros se necesitan mas de lo que parece.