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Crimen de Pioz

La familia asesinada vuelve a casa sola y en cuatro urnas

Patrick Nogueria, a quien sus padres han buscado un abogado de pago, cortó el cuello a sus tíos y a sus primos

Nogueira reconstruye los hechos en el lugar del crimen junto a la policía en octubre del pasado año E. San Bernardo
Cruz Morcillo

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El pasado 16 de agosto Marcos Campos mandó unos mensajes de Whatsapp a su madre y a su hermano Walfram. Estaba contento. Al día siguiente empezaba en su nuevo puesto de trabajo en Madrid. Fue la última vez que oyeron su voz. Veinticuatro horas después ... su sobrino Patrick Nogueira, de 19 años, le cortaba el cuello con una navaja y seccionaba su cuerpo por la mitad. Antes había degollado a su mujer Janaina Santos y a sus dos primos: María Carolina, que aún no había cumplido cuatro años, y David, de uno. Mientras esperaba el regreso de su tío (hermano carnal de su madre) de su primer día en la cocina de un restaurante, el asesino escribió a su amigo brasileño Marvin Henriques : «Los cuerpos pesan. Por lo menos hice todo con guantes. No hay huellas. Ahora espero no fallar matando a ese mierdas. Creo que voy a salir bien de madrugada». La noche se le fue en wasapear, limpiar y dormir. Dejó huellas y ADN.

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