Volkswagen Golf GTi Clubsport, ¿mejor que un R?
Con el Clubsport, la marca alemana le pone el picante que le faltaba a su histórico 'hot-hatch'
En el mundo de la automoción, muchas marcas son las que se quieren colgar la medalla del primer 'hot-hatch' del mundo. El segmento, esencialmente, consiste en tomar un pequeño coche utilitario y ponerle un potente motor.
El tamaño y peso reducidos hacen que ... la relación de caballos por kilo sea excepcional y, por lo tanto, la diversión al conducir también. Este tipo de coches eran más caros que sus versiones de serie, pero tampoco tenían grandes diferencias salvo el propulsor y eran una vía de acceso a prestaciones razonables para clientes sin mucho músculo económico.
Por lo tanto, ocupan un lugar cerca del corazón de muchas personas. Y uno de los primeros modelos, y más queridos, fue el Volkswagen Golf GTI, que apareció en la segunda generación del exitoso Golf. Los directivos del consorcio, cautos y conservadores, se mostraron reticentes de dar luz verde al proyecto Sport Golf y permitieron construir 5.000 unidades en 1976.
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Cuando quisieron renovar el coche para su siguiente generación, habían vendido 456.690. Suficientes para darse cuenta de que era algo realmente especial y garantizar un modelo deportivo en la cima de la gama.
Sin embargo, a medida que han ido evolucionando los coches de Volkswagen, estos han ido incorporando equipamiento adicional, tecnologías, ayudas y lujos que los hacen más cómodos para vivir y conducir, pero los alejan de las raíces espartanas que un día representaron.
El GTI original era básicamente el mismo coche con otra tapicería y un motor más potente. Los actuales tienen un listado de equipamiento de serie considerablemente mayor que el de su versión base. Tienen que tenerlo, para justificar la diferencia de precio entre los 32.160 euros del Golf Life 1.0 y los 53.340 euros del GTI Clubsport.
El GTI Clubsport es el «Golf GTI GTI», una versión más potente que el «GTI básico». El Grupo VW lanzó un GTI para la generación más reciente del Golf, la octava, que entregaba 245 caballos. Todos los aficionados protestaron, para costar 48.490 euros, no tenía unas sensaciones de conducción lo suficientemente deportivas como para llevar el emblema legendario de las tres letras.
Por ello, el consorcio sacó una versión más potente, apellidada Clubsport, de 300 caballos. Ahora sí. Esto sí que tiene el comportamiento que se espera de un Golf GTI: dinámico, ágil, casi como un cachorro de un pitbull lleno de energía y siempre dispuesto a jugar.
Sin embargo, el Clubsport se sitúa demasiado cerca del Golf que domina la manada, el R. En la cuarta generación de estos modelos, Volkswagen introdujo un acabado aún más potente, con tracción a las cuatro ruedas y cambio automático DSG de doble embrague.
Hoy, este modelo entrega 320 CV y parte de los 59.215 euros –71.655 si se opta por la edición 20 aniversario– . Mantiene la tracción a las cuatro ruedas pero comparte la caja de cambios con el Clubsport.
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Pero es esto es lo que hace que el GTI Clubsport sea la mejor opción. El R es demasiado serio, demasiado capaz. Es más potente, sí, pero la tracción total hace que se sienta bajo control en todo momento. Y eso, en un 'hot-hatch' donde prima la diversión, es prácticamente ir 'contra natura'.
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