Cómo invertir los premios de la Lotería de Navidad: guía urgente para no volverse loco

Niederleytner (IEB) ha recomendado acudir a profesionales para que ellso «adecúen las inversiones a nuestro perfil» y se ha mostrado partidario de dedicar nuestro premio a aligerar nuestras cargas financieras: Bien amortizando parte de nuestra hipoteca o algún préstamo personal ya que en el primer caso si la vivienda es anterior a 2013 tiene ventajas fiscales.

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Para Antonio Gallardo, experto del comparador de productos financieros «iAhorro», hay que palntearse objetivos a corto, medio y largo plazo, con fines diferentes y persiguiendo un equilibrio entre ellos. Al respecto, este experto ha apuntado que «es la cantidad que se gane lo que va a marcar la mayor o menor capacidad a largo plazo». En este sentido, ha recomendado que al menos entre un 15% y un 20% del premio se destine a «un fondo de contingencia , que permita cubrir los gastos de entre ocho y diez meses». A más largo plazo, ha añadido Gallardo, hay que destinar otro 20% o 25% a un «ahorro finalista». Por ejemplo, a realizar a abrir un fondo de pensiones o realizar una aportación extraordinaria. Quedaría hasta el 60% de lo ganado, que a decir de este especialista, podría sufragar algún capricho aunque ha recomendado apostar por otros productos como los fondos de inversión o las acciones, entre otros.

Algo que María Dolores Ortega, vocal de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget), «hay que valorar los ingresos de la persona en su conjunto porque puede no ser más ventajoso ya que no se rebajaría mucho la base imponible». A su juicio que te toque mucho dinero, en algunas ocasiones , puede ser más un castigo que un premio. Esta experta, ha coincidido con Niederleytner en la importancia de diversificar. Incluso colocando el dinero del premio en diferentes entidades financieras.

Para esta experta hay varias posibilidades que dependerían del perfil del afortunado como las acciones, los inmuebles, la inversión en startups o la apuesta por el crowdfunding o el crowdlending , con diferentes tratamientos fiscales e, incluso, asumiendo un riesgo muy elevado. «En el primer caso consiste en aportar dinero a un proyecto interesante con el que nos identificamos, con lo que puedes dar el pelotazo o perderlo», ha apuntado sobre el elevado riesgo de esta opción frente a un crowdlending que permite realizar prestamos a un tipo fijo . «Si inviertes en productos con riesgo, nunca lo hagas con el principal, sino con cantidades que te sobren», ha apuntado.

Eso sí, para el especialista de «iAhorro», todo lo anterior hay que hacerlo siempre «bien asesorado», diversificando «y con los conocimientos adecuados, ya que se trata de un dinero que no vamos a retirar en cinco o diez años». En esta línea, también ha recomendado la inversión en «ladrillo» para rentabilizarla posteriormente percibiendo un alquiler. Algo que podría ser positivo para premios más pequeños, ya que «los precios están ahora estables, incluso, de bajada». Ahora si las cantidades ganadas son menores, nuestro margen será más estrecho y el «fondo de contingencia» abarcara más.

Al respecto, Gallardo ha introducido un matiz relevante: «Sería como meter todas las manzanas en la misma cesta : puede ser un complemento, ahora hay que ver la situación financiera de cada persona», ha apuntado. O lo que es lo mismo, si la cantidad ganada nos da para dar una buena entrada a la vivienda y, nuestros recursos, nos permiten la adquisición sin que nos suponga endeudarnos de más.

Por su parte, Ortega (Asefiget) ha apuntado que «la rentabilidad media del alquiler es mucho mayor que la de un banco, aunque existe el riesgo de que el inquilino no pague» y aconseja abordar este tipo de inversión «si puedes pagar el 90% o 100% del inmueble» y sobre lo de solicitar financiación para ello, esta asesora ha asegurado que dependería de cada caso particular.

Niederleytner (IEB) ha recomendado acudir a profesionales para que ellos «adecúen las inversiones a nuestro perfil» y se ha mostrado partidario de dedicar nuestro premio a aligerar nuestras cargas financieras: Bien amortizando parte de nuestra hipoteca o algún préstamo personal ya que en el primer caso si la vivienda es anterior a 2013 tiene ventajas fiscales.