La Fiscalía solicita penas que suman ocho años de prisión para tres acusados de estafar a una octogenaria para quedarse con su casa. El juicio se celebrará este jueves y viernes en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña con sede en Santiago de Compostela. En concreto, el Ministerio Público pide dos años y seis meses de cárcel para cada uno de los dos acusados como coautores de estafa agravada, Florencio C.B. y Carlos Alberto V.S., y, además inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por igual tiempo y una multa de nueve meses, con una cuota diaria de doce euros.

Además, solicita año y seis meses de prisión para los acusados Carlos Alberto V.S. y su pareja María del Carmen S.G. como coautores de la estafa simple, así como inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por igual tiempo.

Según recoge el fiscal en su escrito de calificación, el 24 de febrero de 2010 la víctima, una mujer de edad avanzada, acudió a una notaría de Santiago donde otorgó a uno de los acusados, Florencio C.B., la escritura por la que ella vendía su casa, ubicada en el lugar de Vilastrexe, en la parroquia de Villestro, por un precio global de 62.000 euros, por el cual ella daba carta de pago. La escritura recogía que el precio «se pagaba todo en metálico y todo en este acto». Florencio C.B., acusado de estafa agravada, actuaba por cuenta de su hijo y esposa, «los cuales no tuvieron intervención alguna en los hechos», según precisa el Ministerio Público.

La octogenaria afectada, según el relato de la Fiscalía, «no era consciente de que disponía definitivamente de su casa» y Carlos Alberto V.S. «le había hecho creer que estaba formalizando un aval, a través del cual garantizaba el préstamo que él necesitaba para abrir un negocio». El acusado la habría convencido para que le hiciera ese favor gracias a tener acceso a la perjudicada, por ser hermano de la persona que era la cuidadora de la señora.

De hecho, el Ministerio Público recuerda que en esa época todavía no se le había diagnosticado a la octogenaria la demencia que en la actualidad limita su capacidad contractual, pero «ya era una persona en situación de especial vulnerabilidad que necesitaba la ayuda de un tercero para las actividades de la vida diaria».

Así, la Fiscalía resalta que Florencio C.B. suscribió la escritura «consciente de que la señora no deseaba en realidad vender su casa, con la intención de aprovecharse de la situación y con el objetivo de que el inmueble quedara inscrito en el registro a nombre de unos terceros próximos a él -su esposa e hijo- que no habían participado en la operación». El precio de mercado en ese momento era de 136.800 euros, según se concreta en el escrito.