Nueve familias rotas por la tragedia

Sólo 24 horas antes,casi todos estos pueblos fueron parada en la ruta «maldita» Serranillos-Ávila. Algunos viajaban con frecuencia a la capital abulense. Otros sólo lo hacían de forma esporádica. Una visita al médico o la feliz búsqueda de una «escapada de verano» llevó a algunas víctimas al fatal desenlace. ABC recopila cada una de estas nueve historias que hoy llenan de dolor a sus familias y allegados.

Gerardo Yusta Yuste: «Iba a reservar una escapada de verano»

Aunque desarrolló su actividad profesional en Alemania, Gerardo Yusta Yuste, de 77 años, residía en San Juan de la Nava desde hacía varias años, «disfrutando de su jubilación». No estaba casado ni tenía hijos, pero sus hermanas «también vivían» en el municipio, detalló ayer el alcalde Armando García. Solía subir a este autobús habitualmente para dirigirse a Ávila «por razones personales», pero en esta ocasión el motivo era más feliz, ya que su intención era acercarse a la capital para reservar junto a un amigo, que también resultó herido, «una escapada para este verano», confirmó Julián Yuste, primo de la víctima.

Beatriz Pérez Rodríguez: «Acudía a Ávila por temas médicos»

De 42 años de edad, era vecina de Navarredondilla, donde residía junto a su madre, ya que su padre -jubilado de la Guardia Civil- «falleció hace tiempo», explicó a ABC el teniente alcalde de la localidad, Juan José Rodríguez. Según los vecinos, Beatriz, que en este momento no tenía ocupación laboral, siempre había vivido en la localidad y «no solía salir mucho». Sin embargo, sí tenía costumbre de utilizar este autobús por temas personales, sobre todo eran asuntos médicos.

Consuelo Pérez Ocampo: «Su viaje fue un hecho excepcional»

Aunque no era natural del municipio, Consuelo Pérez Ocampo, de 70 años y sin hijos, llevaba viviendo en Navaluenga desde hace más de 15 años, incluso se encontraba empadronada allí. Desde el Ayuntamiento ayer atribuían su viaje en el autobús siniestrado a un «hecho excepcional», probablemente la víctima tenía una cita médica. Los vecinos la describen como «una persona encantadora y majísima», totalmente integrada en la vida del municipio. Por eso, el pueblo se encuentra «roto por el dolor», y sumergido en una «profunda tristeza».

Juan González Herranz: «Viajaba con regularidad a Ávila»

«Era una buena persona. Disfrutaba paseando por el campo con su perro», señalaron ayer los vecinos de Navalosa, que lamentaban la muerte de Juan, de 77 años. Se encontraba soltero y, según el alcalde del municipio, Dionisio Martín, solía viajar con regularidad a la capital. La víctima había trabajado en múltiples oficios en el norte de España y Francia: «Como muchos de aquella época que tuvimos que salir del pueblo para sobrevivir», apuntó un vecino. Ahora disfrutaba de su jubilación en este municipio donde sus aficiones eran labrar las tierras y «andar con el ganado».

Martín Garrido Jiménez: «Llevaba a su hija a un centro especial»

Aunque vivía en la capital, Martín Garrido, de 60 años, era natural de Villanueva de Ávila, desde donde partió con su hija, también víctima del trágico suceso, para acompañarla a un centro de atención especial. Actualmente se encontraba jubilado, aunque durante muchos años había trabajado en una cantera de San Sebastián, detallaron los vecinos. Desde el pueblo, su alcalde, Pedro García, aseguró que eran «más amigos que vecinos», ya que se trataba de «una familia muy querida».

Beatriz Garrido Altolaguirre: Un viaje rutinario que terminó en tragedia

La hija de Martín Garrido, también fallecido, tenía 33 años de edad y como una mañana más, se subió al autobús junto a su padre para acudir al centro de atención especial -tenía Síndrome de Down-. Ayer, los vecinos de Villanueva de Ávila «no poder asimilar lo ocurrido» porque era una línea «muy utilizada» por los habitantes del pueblo y «nos podría haber pasado a cualquiera».

Beatriz Erica Collao Zamora: Un día de permiso para visitar al médico

De nacionalidad chilena, Beatriz Erica residía en Navatalgordo desde «hace un año y medio», apuntó su alcalde Demetrio Sánchez. En el momento del siniestro, Erica viajaba junto a su hijo Jorge Luis Allende, también fallecido. La mujer de 64 años se dedicaba a cuidar de una persona mayor en el pueblo, y este lunes «se lo habían dado de permiso» para acudir al médico, detalló a ABC Juan Manuel Cuevas, en cuya casa trabajaba.

Jorge Luis Allende Collao: Trasladado recientemente a Navatalgordo

De 47 años de edad. se había trasladado «recientemente a Navatalgordo porque «en Ávila las cosas están más caras», explicaron ayer sus vecinos. Jorge Luis se encontraba en paro, pero realizaba «trabajos puntuales» en la zona.

Antonio Rafael Albarrán: «Pasaba largos periodos en el pueblo»

Hoy será enterrado Antonio Rafael Albarrán, natural de Arganda del Rey. Pese a residir en el municipio madrileño, llevaba «muchos años» visitando Navalmoral de la Sierra. «Era muy conocido, se llevaba bien con todo el mundo» indicaron ayer los vecinos, para quienes el día del accidente se recordará como una fecha «muy triste». Viudo desde hace varios años, no estaba vinculado familiarmente a Navalmoral, pero tenía una vivienda alquilada en la que solía pasar «largos períodos» de tiempo.