Bielorrusia exhibe en televisión a un alemán condenado a muerte por «terrorismo»

En la noche de este jueves apareció en la televisión estatal bielorrusa, listo ya para la ejecución de la condena, en un vídeo en el que habla en alemán antes de que sus palabras sean traducidas al bielorruso. En este vídeo acusa al Gobierno alemán de no estar haciendo nada para salvarlo. Fuentes del Ministerio de Exteriores de Berlín sugieren que Alexander Lukashenko, aliado de Putin, está intentado forzar a Alemania a una negociación.

Una investigación publicada por el semanario alemán 'Der Spiegel' ha puesto de manifiesto que la detención de Krieger, que anteriormente residía en Hildesheim, estuvo plagada de interrogantes. La asociación Belpol. Que agrupa a exagentes bielorrusos, ha podido confirmar que el alemán fue detenido junto con dos ciudadanos bielorrusos que posteriormente no fueron procesados. «Sospechamos que le tendieron una trampa», ha declarado Uladzimir Zhyhar, portavoz de Belpol.

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El Gobierno alemán se limita a informar que está «al tanto» del caso y asegura que Krieger «está recibiendo atención consular», al tiempo que recuerda que «la pena de muerte es una forma de castigo cruel e inhumana que Alemania rechaza en todas las circunstancias». El silencio es absoluto, sin embargo, sobre la oferta de negociación presentada por Minsk. «El Gobierno debería luchar por mí», dice en el vídeo el condenado, en el que lamenta que sólo su propia familia sigue luchando por su vida y que nadie desde instancias oficiales lo defienda. «Todavía estoy vivo, todavía hay tiempo para negociar, todavía no es demasiado tarde», insiste entre lágrimas, mientras pide ayuda para volver a ver a su hija, a su novia y a su padre, «el Gobierno debería luchar por mí».

El Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso ha anunciado oficialmente que ha hecho sugerencias a Berlín sobre cómo resolver la situación, sin ofrecer los detalles de tal oferta. Los medios alemanes especulan con la posibilidad de que Bielorrusia, aliada de Rusia, pueda estar interesada en un intercambio de prisioneros. Vladimir Putin, que mantiene una estrecha relación con Lukashenko, está interesado en la repatriación de un ciudadano ruso que fue condenado en Alemania por un asesinato, un tiro en la cabeza a un exvagente extranjero, en el Kleiner Tiergarten de Berlín. El detenido y condenado actuaba en nombre de las autoridades rusas, según se demostró en el juicio.

El opositor Pavel Latushko, que vive exiliado en Polonia, considera obvio que el aparato de Lukashenko está tratando de chantajear a Alemania y que a Lukashenko se le impuso la pena de muerte con el objetivo es liberar al asesino ruso, en una especie de intercambio de prisioneros. «Lukashenko sigue ciegamente a Putin y ya no conoce líneas rojas» acusa el exministro de Cultura, que advierte que Lukashenko «es un terrorista». Varias organizaciones de derechos humanos han pedido reiteradamente a las autoridades de Bielorrusia que detengan la ejecución, pero Minsk insiste por su parte en la gravedad de los crímenes y asegura que el condenado pertenece al regimiento bielorruso Kastus Kalinouski, que lucha del lado de Kiev en la guerra de Ucrania. Los mandos del regimiento han negado públicamente que Krieger forme parte de la unidad de combate.

Según su perfil de LinkedIn, el alemán trabajó como técnico de emergencias médicas para la Cruz Roja alemana y como oficial de seguridad armado para la Embajada de Estados Unidos en Berlín. Su destino podría ahora quedar sellado por un intento de negociación, por parte de Bielorrusia, que impide al Estado alemán mediar por su vida. La dramática llamada del condenado ha conmovido a la población alemana, que sigue con atención la cuenta atrás hacia la ejecución. «Me arrepiento de cada segundo», dice en el vídeo Krieger, que se declara culpable de los cargos y que asegura que comedió el peor error de su vida, «tengo suerte de que nadie haya muerto ni salido herido. ¡Gracias a Dios!». Su última esperanza, dice, es el perdón de Lukashenko. «Sólo puedo esperar que el presidente de este país, el señor Lukashenko, me perdone», asegura, y pide a Alemania que negocia esa clemencia.