Bielorrusia, un país vecino y aliado de Rusia, celebra su primera votación nacional desde las multitudinarias manifestaciones que sacudieron sus calles tras las presidenciales de 2020, ganadas por Lukashenko. «Diles que me presentaré a las elecciones (de 2025)», ha declarado Lukashenko, según un canal de redes sociales gestionado por su equipo. De completar otro mandato, sumaría 36 años en el poder.
El mandatario, que está acusado de haber amañado los últimos comicios, ha lanzado una ola de represión contra la disidencia, encarcelando a cientos de personas y obligando a miles a exiliarse. Por eso, la votación de este domingo se celebra sin oposición. De hecho, los críticos de Lukashenko en el exilio han pedido a los bielorrusos que rechazan la dictadura a quedarse en casa y boicotear las elecciones.
Una «farsa»
La líder de la oposición en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, ha calificado la votación de «farsa» a través de un vídeo difundido en redes sociales. «Que quede claro que el intento del régimen de utilizar esta farsa de elección para legitimar su poder no tendrá éxito», ha afirmado.
El grupo de derechos humanos Viasna estima que hay actualmente 1.419 prisioneros políticos en Bielorrusia. Bielorrusia está aún más aislada desde que Lukashenko permitió a Rusia usar su territorio para lanzar su ofensiva contra Ucrania hace dos años. Además, el régimen de Minsk depende de Moscú a nivel político y económico. «Siempre estaremos junto a Rusia», ha insistido el dirigente este domingo.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete