Los países bálticos cierran sus fronteras a coches con matrícula bielorrusa

La única excepción que los países bálticos reconocen a esta prohibición son los vehículos con matrícula diplomática. A partir de ahora, quedan cerradas las vías terrestres hacia la UE y los conductores y ocupantes de vehículos con matrícula bielorrusa serán obligados a parar en la fronteras y sus vehículos serán confiscados por el Estado miembro al que intenten ingresar, tal y como había anunciado la Comisión Europea.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

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El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, explica en un comunicado que la prohibición se debe «a que Bielorrusia está contribuyendo y apoyando directamente la agresión de Rusia en Ucrania», en relación al alineamiento del presidente bielorruso Aleksander Lukashenko con Putin.

La tensión en la zona ha aumentado considerablemente este mes de julio, a raíz de las maniobras conjuntas que realizan tropas bielorrusas y chinas en Brest, territorio bielorruso, a sólo 5 kilómetros de la frontera con Polonia. Pero estas fronteras son foco de tensión constante desde el inicio de la guerra en Ucrania. Desde Bielorrusia se lleva a cabo una política de agresión híbrida contra las fronteras de los países bálticos, que fundamentalmente consiste en empujar hacia sus territorios inmigración ilegal.

Las mafias de traficantes captan personas en África y Asia que viajan a Moscú y desde allí en vuelo regular a Minsk, desde donde son trasladados hasta las fronteras por tierra con complicidad de las fuerzas de seguridad bielorrusas. La presión que sufren estas fronteras supera las capacidades de los países afectados. Polonia, por ejemplo, invierte 2.200 millones de euros al año en protegerla. Pero la presión sigue aumentando y los Ministros de Defensa de Lituania y Polonia han pedido la «internacionalización» de la protección de las fronteras orientales de la UE y la OTAN.

El Ministro de Defensa lituano estima que, durante una década, se necesitarán 600 millones de euros para el sistema nacional de defensa de sus fronteras. El Ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, ha destacado por su parte que Polonia, junto con sus aliados, hará todo lo posible para proteger mejor la frontera oriental: «Éste es nuestro mayor llamamiento, y este llamamiento lo pueden cumplir no sólo los Estados nacionales, sino sobre todo la UE, y juntos exigimos que la cuestión de esta frontera se internacionalice. Proteger las fronteras es una tarea central. La UE deberían trabajar para defender sus fronteras».

Estonia, Letonia, Lituania y Polonia han pedido formalmente a la UE que participe «tanto política como financieramente» en la construcción de una línea de defensa estimada en 2.500 millones de euros a lo largo de la frontera oriental de la UE con Rusia y Bielorrusia, con el objetivo de protegerla contra amenazas militares e híbridas.

En julio de 2022, Polonia declaró el estado de emergencia y estableció una «zona roja» totalmente militarizada de aproximadamente 5 km de ancho a partir de su frontera con Bielorrusia. Se han desplegado cientos de soldados en la frontera para bloquear la entrada de inmigrantes. Se han establecido puestos de control y se utilizan helicópteros, drones y detectores de calor para monitorear los movimientos en la frontera.

Polonia ha destinado recientemente alrededor de 350 millones de euros adicionales a la construcción de una valla fronteriza de 186 kilómetros de largo y 5 metros de alto para hacer la frontera con Bielorrusia lo más inaccesible posible. Según datos oficiales polacos, el número de cruces fronterizos ilegales desde Bielorrusia se ha reducido en un 50% desde el establecimiento de una zona restringida en la frontera. Según la agencia fronteriza de la UE, Frontex, el número de personas que intentan cruzar la frontera oriental de la UE casi se había duplicado en el primer semestre de este año.