Ségolène Royal renace políticamente ante el hundimiento de Hollande y Valls

Hollande se ha convertido en el presidente más impopular de la historia de la V República. Todos los sondeos afirman que cualquier candidato de centro, derecha o extrema derecha, podría derrotarlo en las próximas elecciones presidenciales, en 2017. La izquierda socialista, los ecologistas, el PCF y las extremas izquierdas estiman que Hollande ha traicionado a los electores que le dieron la victoria el 2012.

Durante algún tiempo, Manuel Valls ha sido considerado como una posible alternativa a Hollande, desde la izquierda moderada o reformista. Siete meses después de ser nombrado primer ministro, Valls se ha convertido en un adversario para la izquierda socialista, los ecologistas, el PCF y las extremas izquierdas. Valls pasa muy bien entre los electores de centro y derecha. Pero pasa muy mal entre los electorados de izquierdas.

Ante ese hundimiento de la pareja Hollande/Valls, Ségolène Royal está renaciendo políticamente de manera significativa.

Ségolène ya fue candidata a la presidencia de la República, el 2007, cuando la actual ministra de la ecología todavía vivía «en pareja de hecho», sin contrato, con François Hollande, compañero y futuro presidente. Nicolas Sarkozy derrotó a Ségolène hace siete años. Y la madre de los hijos de Hollande vivió un largo purgatorio político.

Lentamente, pero sin pausa, Ségolène ha comenzado a reconstruir su estatura presidencial. Todavía es pronto para confesar públicamente sus ambiciones. Pero nunca es tarde para comenzar a hilar el paño de una futura candidata de todas las izquierdas, que ya cuenta con muchos amigos ecologistas y socialistas de izquierdas. Esperan su hora.

Hollande y Valls tienen año o año y medio para conseguir salir del hoyo donde se encuentran. Ségolène se da un plazo mucho más corto para afirmar sus ambiciones de alternativa para todas las izquierdas.