Suscríbete a
ABC Cultural

'Encamisadas': las osadas incursiones nocturnas que convirtieron a los Tercios españoles en la pesadilla de Europa

En mitad de la noche, un pequeño grupo de soldados, ataviados con una camisa blanca para reconocerse en la oscuridad, se internaba en las líneas enemigas para provocar el caos

El testimonio oculto que desvela el sufrimiento de los Tercios españoles en su asedio más sangriento

Detalle de un cuadro que representa a los Tercios españoles, de Augusto Ferrer-Dalmau AUGUSTO FERRER-DALMAU
Manuel P. Villatoro

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El amanecer exigía sangre y despedía olor a tierra empapada. Era 1575 en Zelanda, en los actuales Países Bajos, durante la Guerra de Flandes, y los Tercios se disponían a dar otro golpe de mano más. Cuentan las crónicas que eran dos millares de ... voluntarios, «los más españoles, no pocos flamencos, los demás alemanes». Se metieron en el agua «desnudos de armadura y vestidos, menos zapatos y calzoncillos». La mayor parte de ellos, ataviados con una característica camisa blanca, otros, con un trapo del mismo color. Imperaba el sigilo. Al frente iba Juan Osorio Ulloa, sombrero calado y espada en mano. Los brazos estirados, con las armas al cielo, para evitar que se mojasen.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia