La tremenda amenaza que preocupa al príncipe Harry
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Príncipe Harry
Si vendes tu alma al diablo, asume que el diablo te va a pedir lo inconcebible. Ojo, que no decimos que Netflix sea el demonio de las plataformas, pero todos sabemos lo que quiere la televisión: sangre. Los ejecutivos dirán que la culpa es de ... los espectadores, que solo atendemos al morbo, a los escándalos. Y es cierto que muchos se sientan ante la pantalla, móvil en mano, para desahogarse con brutales comentarios en redes sociales. Harry y Meghan, que firmaron un contrato exclusivo con el gigante audiovisual, acaban de caerse del guindo para descubrir que los contenidos de su docuserie deben dar un giro inesperado: nada de cuentos de hadas, lo que vende son los dramas familiares, las traiciones, los conflictos… Y si no los cuentan, no hay estreno que valga y el proyecto dormirá el sueño de los justos.
Además, la pareja podría perder parte del plus de 100 millones de euros que tienen pactado con la multinacional. El semanario 'Ok!' ha revelado las fuertes presiones que los productores están recibiendo, entre otras razones, porque se han publicado tantas cosas de las memorias que el príncipe Harry está a punto de publicar, que la televisión no quiere que el papel se lleve las anécdotas más jugosas. Harry está atrapado en su propia trampa. «La plataforma le exige un contenido atractivo que, llegado el caso, sea controvertido. Quieren que se abra a compartir el drama familiar, las consecuencias de su viaje a Londres para el Jubileo de Isabel II, los detalles de su vida como padre y hombre de negocios junto a Meghan», son algunas de las muchas peticiones que ha recibido, según señalan fuentes cercanas.
Aunque las cámaras llevan meses siguiendo a la pareja, las presiones han ido escalando en las últimas fechas. Se ve que lo grabado no es gancho suficiente para construir un relato que venda. Y todos sabemos que se espera de esta producción: ¿Qué le dijo su madre y qué le dijo Harry a la reina para calmar las aguas en Buckingham Palace? ¿Cómo se llevan realmente Meghan y Kate? ¿Provocó Meghan las lágrimas de su concuñada? ¿Se ha roto la confianza entre los hermanos Harry y William? ¿Hay racistas en la familia real? ¿De verdad tratan al pequeño Archie de manera diferente? ¿Meghan tuvo problemas con el servicio de palacio? ¿Ha experimentado Harry un choque cultural al mudarse a los Estados Unidos? Son muchos los temas que los ejecutivos quieren y que los duques esquivan, porque no quieren remover de nuevo los trapos sucios, pero van a tener que enfrentarse a ellos para triunfar en la pequeña pantalla. Hay mucho en juego.
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