Paris Hilton, de discotequera a mamá

Paris se nos había traspapelado un poco, con la pandemia y otros desastres, porque antes era una inquilina de Ibiza, nuestra isla, propiamente dicha, y de la Ibiza del mundo, en general, que le gustaba a Paris. Ya tiene familia, junto a su esposo, Carter Reum. Paris, desde hace tiempo, nos resultaba un tema de verano, incluso en invierno, o en invierno sobre todo, cuando iba ella de bikini de abrigo. Pero ahora ya no es el caso.

Se inaugura la Paris Hilton mamá, a los cuarenta bien cumplidos, y ya veremos qué postales de felicidad nos muestra ahora. Antes, cumplía mucho en Ibiza, de pinchadiscos, porque tocaba, y porque ella ha sido una Ibiza interior, durante todo el año. A mí Paris se me da alegre, para la crónica, y ha sido casi un artículo obligado, en agosto, como la castañera en invierno.

Paris ha sido la castañera de la lujuria estival, cuando no hay castañas, y una rubia incesante del trasnoche a cualquier hora. Las famosas de retrato, si miras al extranjero, se dividen en Angelina Jolie, que es una mamá de viaje, y luego Paris Hilton, que es una celebridad con minifalda que entraba y salía de las limusinas que pagaba papá, el capitalista impío de los hoteles con su propio apellido.

De Paris Hilton sabemos, sobre todo, que es rubia de remate y gasta surtido fino de lencería. Y no sé si por este orden. Eso, y que venía a Ibiza como el que va a su casa, porque Paris tiene un espíritu de discoteca. De Paris Hilton no conocemos nunca si usa deneí, cuando sale de fiesta, pero sí que usa unos harapos fastuosos de musa de «la fiebre del sábado a la noche». Paris rivalizó mucho, por temporadas, en ropa interior de exteriores con Britney Spears, y casi fueron rivales de 2 biografía nocturna.

A Paris Hilton la conoce todo el mundo, sólo que nadie en el mundo acierta a saber en qué oficios o faenas se ha venido desempeñando la chavala, mayormente porque ella ha sido rubia máxima que sólo se desempeñaba, a menudo, en darle vicio al frasco. Hasta pasó alguna velada entre rejas. Eso, y que asomaba por Ibiza, ya digo, en plan domicilio laboral, ella que no es famosa de doblar el lomo. Si preguntas en medio mundo, te dicen que Paris no trabaja en nada. Si preguntas en el otro medio mundo, te dicen que no para, pero que no para de salir de marcha. La gente es que está muy enterada. Paris es hija de millonario y está siempre de marcha, sí, como los de Gran Hermano, sólo que Paris no necesita de concursos para ser famosa y es una ordinaria que bebe champán.

Rivaliza en fama con Angelina, y hay en ella algo del pijerío de escaparate de Victoria Adams. Paris es otra versión de la Spice, sólo con mejor lámina y sin David Beckham. Completa el ejemplo sobresaliente y con mechas de lo mal repartidas que andan las neuronas por el mundo. Tiene, en fin, algo de pornostar de cóctel, entre la musa de pedrería y la groupie de sí misma. Pero ahora ya es mamá. Y nosotros clientela de la hemeroteca de la felicidad de almíbar conyugal que nos va a ir regalando.